A sus Majestades de Oriente

En el pleno de ayer martes se trabajó en la carta a Sus Majestades de Oriente. No había iluminación navideña en las Cortes pero lo procuradores ya pensaban en roscones y parecían revisar catálogos de juguetes de extranjis y pedir regalos a medida. Herrera confundió a Tudanca con uno de los tres Reyes Magos. O dos, porque a Baltasar se le parece poco. Y le pedía que en vez de preguntarle por esas cosas que no van mal pero podían ir mejor, como es la Ley de la Dependencia, le gustaría que le preguntara por el último informe PISA; que siempre es más agradable.

Para Pablo Fernández, escribió el presidente en su carta, un saco «bien cargado de demagogia». Pero, según zanjó Herrera, ya se lo han traído. Será cosa de la modernidad y los envíos urgentes. Cuánto daño ha hecho Amazon a los ejercicios de paciencia.

A Luis Fuentes le gustaría que el próximo octubre venga mejor que el pasado. Y yo pensé que iba a decir algo de setas, porque ha sido un mal mes de setas, pero salió con que el dato de creación de empresas en ese mes era flaco. Aunque, en el conjunto del año, los datos son buenos aseguró Herrera. Y pidió en su carta que Fuentes se lleve los temas estudiados a los plenos: «un grado mayor conocimiento». Ya puestos a pedir podían haber pedido más autónomos, que los autónomos parecen un milagro navideño obra de sus «mágicas majestades». Los autónomos, como las setas.

Para hacer una buena carta a los Reyes Magos hay que pedir poco y bien. Pero la sesión de ayer por la tarde se pidió por la sanidad, por los servicios sociales, por los presupuestos... Se pidió tanto que uno no sabía si aquello era un pleno navideño para confeccionar la carta a los Reyes Magos o las letanías del rosario. «Ora pro nobis».

Eso sí, el presidente le deseó a Luis Tudanca «¡Feliz Navidad!». Que estos son días de fraternidad y de paz. No se cantaron villancicos.