Educación
Magia «con Ciencia»: cómo divulgar de forma práctica y divertida
El ilusionismo es la metodología elegida por el profesor Miguel de Lucas para introducir conceptos tan complejos como las hormonas de la felicidad
Los conceptos de magia y ciencia han estado mucho tiempo unidos. De hecho, una y otra parecen tener mucho en común. Ahora, sin embargo, parecen algo antagónico. La magia es la ilusión, lo irreal, mientras la ciencia es lo empírico, lo demostrable, lo cuantificable. Miguel de Lucas se empeña en demostrar lo contrario y hermana ambos conceptos para analizar algo tan intangible como la felicidad. Es lo que intentó hacer en su Trabajo de Fin de Máster en Divulgación Científica en la Universidad Isabel I y ya adelanta que intentará que la magia sea también un ingrediente de los estudios de doctorado en Comunicación Social que realizará en la Universidad San Pablo CEU.
Miguel de Lucas es un mago, pero también conferenciante y presentador de eventos; y también graduado en Educación y en Psicología. El reto que se marcó al acabar su máster era tratar de una forma distinta el concepto de felicidad. Hasta ahora era algo vinculado a la pseudociencia, sin embargo, De Lucas ha intentado dar un paso más y utilizar para su estudio elementos puramente científicos y académicos. La magia ha sido la metodología para explicar su estudio e introducir conceptos tan complejos como las cuatro hormonas de la felicidad. Es el llamado «Cuarteto de la felicidad», formado por sustancias químicas como la endorfina, la serotonina, la dopamina y la oxitocina.
El mago, alumno del primer Máster en Divulgación Científica de la Universidad Isabel I, aprovechó la magia para ayudar a captar la atención e ilustrar algunos conceptos de una presentación cuyo título ya indicaba sus intenciones: «Felicidad con ciencia». «Buscaba un nuevo modelo para la divulgación de la ciencia, con el uso de las nuevas tecnologías y la magia», explica este veterano de las conferencias, acostumbrado a captar la atención de su audiencia.
Ideas para ser feliz
Durante 45 minutos fue poniendo en valor aspectos relevantes que el ser humano puede utilizar a su favor para tratar de ser feliz, entremezclados con ideas sacadas de la Filosofía, la Historia o la Bioquímica. Todo entrelazado con técnicas propias del ilusionismo, para generar sensaciones de imposibilidad, y utilizándolas para introducir conceptos de una manera diferente.
El resultado ha sido una presentación diferente, que agradece a la comprensión de su director de máster y del Trabajo de Fin de Máster. Algo a caballo entre un acto académico y una conferencia, incluso con momentos en que se animaba a la participación directa en alguno de los efectos de magia de quienes seguían el acto por You Tube, que también tuvieron ocasión de plantear algunas preguntas al ponente.