Mirar el futuro

El próximo 3 de marzo se constituirá la Mesa por el Futuro de León, principal consecuencia de las importantes manifestaciones celebradas el fin de semana en la capital y varios puntos de la provincia leonesa. Un clamor para reivindicar un futuro para la provincia que sufre durante décadas un preocupante declive al que es muy lógico que se quiera poner coto. Pasa a mas provincias de la Comunidad y de España.

Afirmar que el declive de León tiene un único culpable es mucho aventurar porque son muchos los elementos que confluyen en esta provincia, unida a la desastrosa gestión de los fondos destinados a las cuencas mineras, sobre los que habría mucho que analizar para que algo así pudiera repetirse. Pero no hay que mirar atrás, algo a lo que en esta tierra somos demasiado aficionados, hay que mirar al futuro y poner sobre la mesa soluciones posibles y no cantos de sirena, que de eso ya hubo bastante en otro tiempo. En 1991 se constituyó una mesa con un pacto por León que nació fracasada porque de inmediato evidenció múltiples discrepancias de los integrantes.

León se ha echado a la calle por su futuro y éste es el contexto en el que hay que trabajar. Sumando seguro que se pueden conseguir buenos resultados. Bueno es que las administraciones trabajen unidas, si es que alguna vez consiguen hacerlo, pero no es menos cierto que los leoneses deben también implicarse con fuerza emprendedora, sin victimismo y con una visión abierta de sus posibilidades. Malo es que el PSOE culpe de la situación a las políticas del PP, cuando un leonés, José Luis Rodríguez Zapatero, presidió el Gobierno de España durante dos legislaturas; malo es que el PP inicie un discurso similar pero a la inversa. La situación de León como arma arrojadiza será un desastre.

Y otro peligro más. Si lo que a partir de ahora sucede es que se intenta desviar la atención y capitalizar las movilizaciones para volver a la apertura del mapa autonómico y al latiguillo del León solo o del viejo Reino de León, que de todo se oye, volveremos a un debate político cansino, muy agotado y que no lleva a ninguna parte. Desde mi punto de vista se equivocan los partidos que se suben a ese carro, los políticos que desde las instituciones alimentan con mociones y declaraciones el enfrentamiento con el resto de la Comunidad y el victimismo. Si se crea la mesa es para trabajar y no para tirarse los trastos a la cabeza.