Luis Jaramillo - Punto de vista
Encrucijada
«Es curioso que Francisco Igea siempre acaba donde inicialmente dice que no se ve»
Casi siempre los procesos congresuales vienen cargados de tensión. Salvo que el partido en cuestión gobierne, en el resto de casos se manifiesta una lucha por el poder generalmente disfrazada de interés por la militancia. Todos sabíamos que en Ciudadanos el Congreso no iba a ser fácil. El duro varapalo electoral que llevó a la dimisión de Albert Rivera abrió un tiempo en el que el hoy vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, iba a tomar un protagonismo que, incialmente, nunca pensamos que iba a llegar tan lejos.
Igea asumió por disciplina de partido el pacto con el PP en la Junta de Castilla y León y asume y responde a las duras críticas que desde el PSOE le lanzan por ello. Da la impresión de que no se lo perdonarán jamás, aunque en política el término jamás no existe. Desde entonces se mueve en una encrucijada en la que trata de desmarcarse del alineamiento de su partido con el PP y a la vez defender el acuerdo suscrito con este partido para el Gobierno de Castilla y León. Como no rehuye ningún tipo de conflicto, Igea entra a todo y ha conseguido un protagonismo muy alto, tan alto que en su partido es la cabeza visible del sector crítico a Inés Arrimadas y aspirante a dirigir el futuro de Ciudadanos que, por lo que vamos viendo, puede salir muy tocado del Congreso nacional que celebrará en el mes de marzo.
Es curioso que Francisco Igea siempre acaba donde inicialmente dice que no se ve. No quería ser candidato a la Junta de Castilla y León y acabó siéndolo. No quería estar en un gobierno con el PP y acabó en él y no quería optar a la presidencia de su partido y en esa carrera está. Pase lo que pase en el Congreso nacional, todo el partido Ciudadanos, y cuando digo todo es todo, va a tener que hacer un serio esfuerzo de unidad para intentar tener un futuro que hoy es realmente incierto. Y no parece un cometido fácil porque para muestra basta un botón, y muestra muy evidente la tuvimos en el tenso, frío, casi helador, diálogo que mantuvieron Arrimadas e Igea en Valladolid, con cámaras y micrófonos pendientes, donde la hoy líder de Ciudadanos no se dejó nada en el tintero, palmaditas incluidas, e Igea contuvo el temperamento que le caracteriza para que el espectáculo no fuera a más.
El siguiente capítulo es ver como afectará todo esto a la Junta de Castilla y León y empezará a ser escrito a partir del 10 de marzo.