Luis Jaramillo - Punto de vista
Cuestión de intereses
«Aunque las miradas en Castilla y León se vuelven hacia Por Ávila para ver qué pasa en los presupuestos, lo cierto es que en el seno del PP son muchas las voces que cada día ven más claro que el presidente de la Junta debería adelantar las elecciones»
En el día de la Constitución en el Congreso de los Diputados no sólo dieron que hablar las palabras de la presidenta de la Cámara o las declaraciones de los líderes políticos. Se habló en los corrillos de los rumores sobre un posible adelanto electoral en las comunidades de Andalucía y Castilla y León. Objeto de comentario fue la expectación que existe en la Moncloa por si se cumplen los vaticinios de las encuestas, que señalan que en ambas comunidades el PP reforzaría su posición, y si estos posibles resultados pueden ser un claro elemento de erosión a un Pedro Sánchez al que de por sí no sitúan muy bien en este momento todos los sondeos que se conocen, salvo el del CIS. A Sánchez ahora solo le da aire la incomprensible guerra interna abierta por los dirigentes nacionales del PP, obsesionados con cerrar el paso a la presidencia del PP de Madrid a Isabel Díaz Ayuso como prioridad uno de su política.
Aunque las miradas en Castilla y León se vuelven hacia Por Ávila para ver qué pasa en los presupuestos, lo cierto es que en el seno del PP son muchas las voces que cada día ven más claro que el presidente de la Junta debería adelantar las elecciones, porque nadie en la organización cree que el PSOE no presentará la moción de censura en marzo y que, además, ya no la presentará firmada por todos sus procuradores, sino con el mínimo imprescindible para no gastar todas las opciones a la vez. Y no son pocos los que creen que el adelanto se debería dar cuanto antes, porque el calendario juega en contra, porque la guerra interna de Génova con la Presidenta de la Comunidad de Madrid hastía cada vez más a los electores populares y por si fuera poco, cada vez suena más la posibilidad de que la plataforma que se denomina España Vaciada, se organice en un partido político para poder concurrir a las elecciones futuras, con la consiguiente división del voto que, muchos creen, que perjudicaría más en esta región al PP.
Es un hecho que de aquí a final del año la clave son los presupuestos, sin olvidar que, aunque Por Ávila ha puesto altas sus aspiraciones, también son los primeros interesados en que no haya adelanto electoral y así rentabilizar lo que puedan conseguir de la Junta. Mucha tela que cortar hasta final de año.