En clave nacional

Aunque las elecciones del 10N son de carácter nacional es inevitable realizar lecturas en el ámbito regional. Los gobiernos que salieron de las urnas autonómicas están en marcha y es inevitable que haya quién haga una lectura parcial de los datos. Pero en esta ocasión es un error, porque ni ha transcurrido el tiempo suficiente para hacer un balance de lo hecho y el ambiente político esta muy centrado en la vida nacional con acontecimientos de relevancia en el entorno y un objetivo: formar un gobierno en España que despeje la incertidumbre y siente las bases para afrontar el difícil periodo económico que se vislumbra.

De hecho en Castilla y León hay quién ya ve las malas perspectivas que las encuestas dan a Ciudadanos, como un castigo ante su pacto con el PP en la Comunidad, pero la realidad es que lo que puede pagar esta formación política es la política de vaivenes que ha seguido Albert Rivera, que es quién de verdad puede ver cuestionado su liderazgo.

Vox espera mejorar sus resultados aupado por el «boom» que parece vivir su líder por la crisis en Cataluña y la exhumación de Franco. Aquí si que no cabe ninguna duda de que lo que ocurre en la Comunidad no vale para nada, porque aquí nada se decide y además los problemas internos son muy evidentes.

PP y PSOE quieren aprovechar sus perspectivas para afianzarse en el ámbito territorial. Como meta del PP está el lograr recuperar los escaños perdidos en las pasadas generales, que supusieron un vuelco en el color político del mapa regional. Tal vez por eso se han introducido algunos cambios en las listas que, personalmente, creo que importan poco porque lo que tira es la marca. Y lo mismo se puede afirmar del PSOE, que confia en la buena baraca de Pedro Sánchez y espera consolidar el cambio de color mayoritario en la comunidad.

En medio está la posible abstención, que se preve alta y será árbitro de la situación.