Lovingos lanza su grito de guerra: «Con árboles mucho mejor»
Varios vecinos de este pueblo segoviano critican al Ayuntamiento por talar troncos sin ser reemplazados
El alcalde mantiene su postura: «Era necesario quitarlos para arreglar un problema serio con el alcantarillado»
![Pancartas en las casas de Lovingos (Segovia)](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/08/12/pancartas-kG5G--1248x698@abc.jpeg)
A diez minutos en coche de Cuéllar (Segovia) se esconde Lovingos, vigilado en todo momento desde las alturas por el románico torreón de Santa María del Otero, una antigua ermita de la que solo queda en ruinas parte de su campanario. Esta entidad menor, con unas 75 personas censadas, se convierte en un punto de encuentro en verano de familiares y amigos de varios rincones del país. Pero en estos meses veraniegos, además de estar marcados por la ausencia de fiestas por culpa del Covid, Lovingos se ha sumergido en una lucha entre unos vecinos y otros. ¿Por qué? Por los árboles del pueblo . «Lovingos no es un gran pueblo sin árboles». «Con árboles mucho mejor». Pancartas que decoran las casas esta semana.
El debate nació hace semanas cuando una empresa, contratada por el Consistorio, decidó talar cuatro árboles de la Calle Segovia, columna vertebral del municipio, porque estorbaban durante la obra que pretendía arreglar la instalación de alcantarillado y agua corriente. «Eran árboles que llevaban ahí 25 o 30 años. Es un despropósito que no se hayan molestado en informar a los vecinos afectados», explica Carolina Santos, que desde sus redes sociales intenta difundir un mensaje muy claro: «Los árboles son vida, engrandecen a un pueblo y son parte de su vida» .
![El antes y el después de la calle Segovia, en Lovingos (Segovia)](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/08/12/lovingosfoto-U30892451521UXD--510x349@abc.jpeg)
«La tala era necesaria»
Carolina, aunque se muestra triste al ver cómo los árboles que plantó su padre en la acera de su vivienda ya no están, al menos solicita que se planten unos nuevos. «Si quitan cinco, que pongan cinco». El alcalde de Lovingos, Víctor Manuel Alonso, explica que la tala ha sido obligatoria. «Había que solucionar un problema con el alcantarillado y así se ha hecho» . «Nosotros no queremos quitar los árboles del pueblo, solo los que se han necesitado», señala el regidor, que también se muestra crítico: «Solo se queja una familia, el resto del pueblo, aunque no dice nada, está de acuerdo con la decisión del Ayuntamiento». Carolina, que ya ha contactado con la Diputación de Segovia y la Junta de Castilla y León, no esconderá su reivindicación por recuperar el color verde en su puerta. El alcalde, por su parte, lo tiene muy claro: «No podemos volver a plantar un árbol en esa acera».