Sociedad
Las lluvias de enero aumentan un 27% el agua de los embalses
Los pantanos de la Cuenca del Duero están ya al 65,5% tras arrancar el año al 48,4
![Las lluvias de enero aumentan un 27% el agua de los embalses](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2016/01/16/embalse33--620x349.jpg)
Después de sobrevivir sedientos, e incluso algunos al borde de la deshidratación, a un otoño más seco y cálido de lo habitual, las lluvias de este arranque de año pasado por agua están siendo un regalo para los embalses de Castilla y León. Los miles de litros de agua caídos permiten dibujar a mitad de enero una imagen impensable al despedir 2015, cuando echar un vistazo a los pantanos sobrecogía, sobre todo en los del sur de la Comunidad, con las reservas bajo mínimos.
Pero ahora la situación es otra. Bien es cierto que con diferencias entre unos y otros en una región tan extensa, pero en general ahora están cumpliendo con la función para la que fueron construidos: almacenar el preciado líquido elemento. Sus vasos, de media, ya están a más de la mitad de su capacidad en el conjunto de los que gestiona la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD). En concreto, al 61,5 por ciento , 13,1 puntos porcentuales más que al cerrar el pasado ejercicio, cuando sus reservas, por falta de lluvias y la mayor evaporación por las temperaturas, habían menguado hasta el 48,4 por ciento. En términos absolutos supone que si entonces tenían 1.391,9 hectómetros cúbicos almacenados, ahora acumulan 1.762,3.
Entre los 18 principales embalses de la Cuenca han ganado en los primeros quince días de enero 377,4 hectómetros del ansiado elemento almacenado, lo que supone un 27,1 por ciento respecto a la situación con la que estrenaron año.
Si se compara con el arranque del invierno el aumento es algo mayor: del 28,6 por ciento y 393,2 litros más almacenados ahora que entonces. Unas cifras que ponen de manifiesto la importancia de las precipitaciones de enero -sólo en los diez primeros días había caído, de media en Castilla y León, una sexta parte de lo que llueve en todo un año-, pues el gran salto de agua se ha dado con 2016 ya en marcha. De todo lo sumado en estas cuatro semanas escasas de invierno, la mayoría, el 96 por ciento, ha sido en este mes.
Por encima del decenio
El panorama de los embalses de la CHD (la que domina prácticamente Castilla y León) ha cambiado tanto que ahora están incluso con valores superiores a la media de los últimos diez años y casi al igual que en 2015 por estas fechas. Superan en 6,6 puntos el estado de los pantanos en el decenio previo (54,9 por ciento), cuando al entrar en 2016 estaban ligeramente por debajo (al 48,4 por ciento frente al 50,3 de promedio) y lejos de la estampa que ofrecían doce meses atrás (al 60,3 por ciento).
Una prueba más la importancia de las cuantiosas lluvias de enero para recuperar el estado de los embalses es el volumen de precipitaciones acumuladas sobre sus vasos desde que el pasado 1 de octubre arrancó el año hidrológico. En total, los 18 principales embalses de la Cuenca superan ahora los 6.613 litros por metro cuadrado. En sólo 15 días supone haber más que duplicado lo contabilizado en los tres meses anteriores (unos 3.180).
Esto ha permitido a la mayoría recuperarse de una situación de déficit. Aunque hay excepciones, como la de Ávila, donde el pantano de Las Cogotas está ahora algo inferior y no llega al 22 por ciento de su capacidad. Es el que peores cifras arroja y el único en el que en estos momentos su números son más bajos.
En el lado opuesto, el Arlanzón, en Burgos , que casi ha duplicado en este mes sus reservas y ya está al tope con sus 22 hectómetros cúbicos de agua llenando al cien por cien su vaso después de empezar el año con 11,7 (53,1%).
Por encima del 84 por ciento de su capacidad se encuentra Irueña , en Salamanca, con 92,9 hectómetros cúbicos de agua almacenada frente a los 57 que tenía al cerrar ejercicio. A más del 70 están Villameca , en León; Compuerto , en Palencia; Águeda y Santa Teresa , en Salamanca, y Cuerda del Pozo , en Soria.
Importante también es la ganancia lograda por los pantanos segovianos, que habían transitado por el otoño y comienzo del invierno bajo mínimos. Se encuentran a más de la mitad de sus posibilidades, aunque no han logrado recuperar ni los niveles del pasado año ni los del último decenio. El Pontón Alto , que abastece a la capital del Acueducto, entre otros municipios, prácticamente duplica las existencias con las que se tomó las uvas. Está al 58 por ciento, con 4,3 hectómetros cúbicos, pero lejos aún del «aforo completo» que firmaba en 2015 por estas fechas (7,4) y de los 6,7 que da la media de los diez últimos año. Linares del Arroyo está al 52,3 por ciento, con 28,4 hectómetros y también por debajo de las estadística acumulada.
También se han llenado ligeramente por encima de la mitad los de Uzquiza (Burgos), Porma y Riaño (León) y Cervera-Ruesga y Aguilar de Campoo (Palencia).
Sin embargo, los hay que aún no pueden ver su vaso medio lleno. El leonés de Barrios de Luna está aún al 46,5 por ciento de sus posibilidades de llegar a los 308 hectómetros cúbicos de líquido. Al 46 y 38,5 por ciento se encuentran los más modestos en dimensiones de Requejada y Camporredondo (Palencia). Aunque estén más bajos, al igual que todos, excepto Las Cogotas, su aspecto ha mejorado con las lluvias de enero.