José Gabriel Antuñano - El callejón del gato
Líneas y lecturas
«Asustan los populismos socialistas y los podemistas que traen malos recuerdos, si se rememora la historia reciente»
Quizás por la desafección creciente de los ciudadanos a los políticos, los primeros han votado con más criterio en las pasadas generales. El problema no está en el endiablado tablero de diputados electos, sino en el carácter ágrafo de la clase política que no ha leído unos resultados que hablan de diálogo, excluidas líneas rojas, renovación generacional y fin de la corrupción. Por estos motivos, cuesta entender las actitudes de estas semanas. La del empecinado Sánchez que, envuelto en populismo y acuciado por su futuro profesional, quiere levantar el muro guerracivilista encerrando a siete millones de españoles, a los que sumará a los de C’s, si no entran a su trágala. Asustan los populismos socialistas y los podemistas que traen malos recuerdos, si se rememora la historia reciente.
El cambio generacional y tolerancia cero con la corrupción restan fuerza moral al PP. El viernes, Rajoy vino a respirar a la Comunidad que sin atisbos probados de corrupción, mejor ha aguantado. Pero desde el realismo, un Herrera con aval para autoproclamarse conductor de la situación pero que ha interpretado la necesidad de cambio generacional, echó un jarro de agua fría al presidente en funciones y a los cargos regionales. Acaso haya lamentado en su interior no haber promovido un relevo desde hace una década, porque ahora Castilla y León tendría mucho que decir en el ordenamiento del tablero. La necesidad de echarse a un lado y de renovación en los próximos cónclaves de primavera son una realidad y un clamor a voces. Sin embargo, Herrera necesitará quintales de agua hirviendo para despegar a los que no se dieron por aludidos, la inmensa mayoría. Y habrá que ver si se quedará en el enunciado, como tantas veces, o pasará a la acción.