IES Leopoldo Cano de Valladolid: un crisol educativo que cumple medio siglo
Este centro celebra sus 50 años echando la vista atrás y difundiendo la riqueza de su pasado
El pasado 30 de mayo, los pasillos del Instituto de Enseñanza Secundaria Leopoldo Cano de Valladolid se llenaron de risas, de jovialidad y emociones, de recuerdos y reencuentros, pero no sólo eran los alumnos de este centro los que los protagonizaban sino antiguos profesores que se mezclaban con otros compañeros que hoy trabajan en este instituto, mientras se interesaban por sus vidas o se felicitaban por logros o por una reciente jubilación. También porque conocían a alumnos que se acercaban a la celebración del medio siglo del centro.
Entre el bullicio festivo, y antes del acto, el director del Leopoldo Cano, Eusebio Martín Ramos, recordaba que de los 4.000 alumnos que llegó a tener el instituto, ahora son alrededor de 800 los que cursan las modalidades a distancia de Educación Secundaria Obligatoria y Bachillerato, más un centenar que estudian de forma presencial en el mismo. Respecto a la modalidad a distancia, Martín Ramos apuntó su relevancia porque «es una segunda oportunidad educativa para mucha gente, que puede estudiar a su ritmo» a lo largo de la vida.
Uno de ellos es Diego Cosgaya, encargado de decir unas palabras en representación de todos esos alumnos que estudian a distancia, y en las que reflejó «esa oportunidad que quiero aprovechar», que requiere «una constancia mayor». «Si sigo en el curso es porque aquí me siento cómodo y por la cercanía a los profesores», concluyó.
Por el acto, que presentó su director y al que asistió la concejal de Educación, Infancia e Igualdad, María Victoria Soto, sobrevolaron notas de nostalgia, pero también de orgullo por el pasado del centro. Un audiovisual producido por Javier Luis de la Torre, director de la Onda Joven Radio del instituto, recordó esos años de nacimiento del centro, con Luis Miravalles como primer director, y la ligazón del instituto con el barrio de Pajarillos, en el que se ubica -la Calle Cigüeña se urbanizó porque Miravalles lo pidió para evitar que los alumnos se vieran obligados a atravesar barrizales para llegar a sus clases-.
El documental repasó la historia del Leopoldo Cano, también citando a sus directores, con anécdotas como la de la amenaza de huelga de sus profesores en la Navidad de 1970 porque no habían percibido sus sueldos de los últimos meses. La petición de un préstamo por parte de Miravalles lo solucionó.
A este director conoció la directora general de Innovación y Equidad Educativa de la Consejería de Educación de Castilla y León en funciones, María del Pilar González, que estuvo acompañada en el acto por los directores generales en funciones de Recursos Humanos y de Política Educativa Escolar de la Consejería, José Manuel Hurtado y Ángel Miguel Vega, respectivamente. Miravalles era el director cuando ella llegó como alumna a este instituto con diez años para cursar el Primer Curso del Bachillerato de entonces y no olvida a profesores como Don Sixto y que «era un instituto ya entonces muy innovador». «Éramos promociones, las que salíamos del centro, con muchísimo prestigio porque el nivel que se impartía era un nivelazo; se nos acogía de forma distinta en muchos sitios por ello», manifestó con emoción y orgullo.
Los actos incluyeron la intervención de Jesús Anta, que también aludió a las vicisitudes del centro tan conectadas a las del desarrollo de este barrio a partir de los años sesenta del Siglo XX, o a las que sufrió aquel monumento erigido por el escultor segoviano Emiliano Barral en 1935 en recuerdo al literato vallisoletano Leopoldo Cano, siendo alcalde García Quintana. Una matrona rodeada de niños, que quería representar la imagen del amor fraternal, pero envuelta en velos que a ojos de los más conservadores generó polémica e hizo que primero se pretendiera su ubicación en el Campo Grande -para que la tapara la hiedra y desapareciera de la vista de los paseantes-, para desaparecer después y quedar sólo de ella el tronco (hoy en los jardines del Museo Nacional de Escultura de Valladolid).
Los Beatles del 69
Tras estas intervenciones, además de la de la exdirectora del centro Evangelina Álvarez de Eulate, la actuación musical de The Honky Tonker, el jefe de estudios y profesor de música Ángel Hidalgo, junto a un profesor de Inglés del centro y natural de Liverpool. No pudo faltar entonces el «Come Together» de The Beatles (1969) que arrasó en un auditorio que se quedó pequeño. El descubrimiento de una placa conmemorativa y un vino español puso fin a los actos, a los que se suma una exposición fotográfica.