Ni leña, ni carbón

El pleno de ayer por la tarde fue menos bronco de lo esperado. Tuvo ese tono de indulgencia que se tiene tras la catástrofe. Ese tono que se emplea por no guardar silencio como en los hospitales. La replica de Juan Vicente Herrera a Luis Tudanca más parecía de ánimo, una charla motivacional... Una palmada en la espalda.

La pregunta de Tudanca, en la sesión de control de ayer tarde, fue de esas que se repite si no en todos los plenos, en casi todos. Otras veces desde el PP habían respondido con tono de pocos amigos. De la minería, que era la pregunta, y la revitalización de las cuencas leonesas parlamentaron ambos –Herrera y Tudanca– como si la cuestión de la minería tuviese otra solución que no fuese el cierre. Tanto se empeñan en hablar del problema que pocas veces se les ocurre hablar de las posibles soluciones. Como el emprendimiento y dinamización de nuevas actividades empresariales en las zonas mineras de la comunidad. Será que el carbón de Castilla y León ya no calienta tanto. Herrera le respondió menos encendido de lo habitual. Casi con tono de disculpa. No hubo en la sesión de ayer carbón, ni se hizo leña de los árboles caídos. O simplemente que Tudanca no tenía los ánimos para esos menesteres.

En los plenos en Castilla y León son inevitables las reminiscencias de lo nacional. Tanto que alguno se sorprendió de ver sentado al líder de los socialistas de la región en su escaño habitual y no en una cuarta fila como la que le han reservado a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados.

Se podía haber esperado ayer un ataque frontal contra la situación que vive el PSOE en toda España. Contra esa división por bandos o por bandas. Contra los que apostaron por Sánchez.

De la crisis del PSOE nacional y de la crisis existencial y de liderazgo por la que pasa Tudanca en particular no se habló nada. Ayer hasta se diría que hubo una tregua entre el presidente y secretario regional. A Herrera sólo le faltó decirle al burgales: "Luis, se fuerte."