«Si hay una persona de Valladolid que merece que nos pongamos de acuerdo es Delibes»
Instituciones y fuerzas políticas de todo signo respaldan a la familia del autor en la presentación del centenario
«Miguel Delibes no morirá nunca puesto que respira cada vez que abrimos un libro suyo», recordó ayer la delegada del Gobierno en Castilla y León, Mercedes Martín. No sólo su obra, sino también su espíritu estuvo muy presente en el salón de recepciones del Ayuntamiento de Valladolid, que congregó a una multitudinaria representación de distintas instituciones -local, provincial, autonómica y nacional- así como fuerzas políticas de muy diverso orden en un acto cuyo fin era la presentación del programa de actos que se desarrollarán el próximo 2020 con motivo del centenario del autor vallisoletano, declarado por el Gobierno como Acontecimiento de Excepcional Interés Público.
«Si hay una persona que merece que nos pongamos de acuerdo ese es Miguel Delibes», señaló al respecto el presidente de la Junta en su primera visita a la Casa Consistorial vallisoletana desde que accedió al cargo. Alfonso Fernández Mañueco se refirió al autor de «Las ratas» como «una figura esencial de la identidad de Castilla y León», una figura que a su juicio «sigue creciendo» al igual que su legado «como sucede a quienes adquieren la categoría de clásicos». Del escritor vallisoletano destacó Fernández Mañueco sus mensajes como «honesto redactor de su entorno»: «Supo describir como nadie nuestro paisaje y fue capaz de captar el alma de nuestras gentes y nuestra tierra sin falsas complacencias», signo para el presidente de la Junta del amor que sentía por ella».
Por eso, el dirigente regional consideró «de justicia» que la unión de todos -personas individuales e instituciones- para conmemorar su centenario «a la altura» de la figura que fue el autor de «El camino».
Ese respaldo institucional conseguido y que ayer fue palpable en el salón de recepciones de la casa consistorial fue destacado por Elisa Delibes, una de las hijas del también periodista y catedrático de Derecho Mercantil, ahora presidenta de la Fundación Miguel Delibes. «Nos sentimos abrumados de cómo os habéis volcado unánimemente y de manera voluntaria en este acontecimiento», dijo a los presentes, recordando, entre los muchos acontecimientos que se celebrarán en los próximos meses, además de la magna exposición que tendrá lugar en la Biblioteca Nacional comisariada por Jesús Marchamalo, las numerosas publicaciones que verán la luz, reediciones y nuevos estudios, como el que llevarán a cabo 20 profesores de Derecho que analizarán las novelas del autor desde el punto de vista legal.
«Castellano del bien»
Actos todos ellos que en palabras del alcalde de Valladolid, Óscar Puente, permitirán «repasar ampliamente las facetas que aglutinan esa figura poliédrica que era Miguel Delibes». El primer edil se refirió también al narrador como «paradigma del hombre castellano del bien» y recordó que su vigencia no sólo se debe a que sus obras se sigan leyendo hoy, sino «porque no pocas cuestiones que plasmaba siguen sobre el tapete», citando entre ellas su preocupación por el deterioro de la naturaleza, así como la despoblación en el medio rural. Inquietudes que supo recoger a la perfección en sus obras literarias y artículos periodísticos porque, a juicio de la delegada del Gobierno en Castilla y León, en él siempre hubo «absoluta coherencia entre sus obras y sus ideas».
El acto estuvo respaldado por la presencia, entre otros muchos, del presidente de las Cortes de Castilla y León, Luis Fuentes; el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea; el consejero de Cultura, Javier Ortega. También quiso apoyar a la familia en esta puesta en escena el ex presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, quien por primera vez coincidía en un acto público con el actual dirigente regional. Herrera, que acudió en calidad de amigo de la familia y también de ex presidente «y como persona que tuvo el privilegio de conocerle y de tratarle», subrayó que «en el momento actual de España» es «todavía mucho más importante» destacar lo que su figura representa, su «testimonio y valores», por lo que consideró una «excelente idea» y una «idea necesaria» conmemorar «adecuadamente» una efemérides justo cuando también se cumplirá una década de su desaparición.
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