Coronavirus
Colas de más de tres horas para hacerse un test en el estreno de las unidades móviles
Castilla y León pone en marcha las unidades para la detección de casos Covid entre quejas por la espera y la escasez de personal sanitario para hacer las pruebas. Los dispositivos estarán en doce de las zonas con mayor incidencia del virus
Castilla y León arranca su nuevo sistema de detección ‘móvil’ de positivos. Los doce puntos itinerantes han echado a andar en la Comunidad en las zonas con más incidencia de Covid con el objetivo de descargar el sistema de Atención Primaria y llegar a finales de enero a un total de 200.000 antígenos, como auguró el consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez. En la joranda de estreno de ayer se pudieron realizar los primeros test en Ávila, Soria, León, Ponferrada, Burgos, Miranda de Ebro, Ciudad Rodrigo, Palencia, Segovia, Zamora, Tudela de Duero y Laguna de Duero. En todos estos lugares, hasta las 14 horas de ayer, se realizaron un total de 3.114 pruebas en las que dieron positivo 848 personas -algo más de un 27%-.
Hasta Laguna se acercó ABC para conocer de primera mano cómo funciona esta apuesta de la Junta en un municipio elegido por tener una situación de contagios muy grave con una incidencia a 14 días disparada -casi 6.000 casos por cien mil habitantes-, y una positividad global de los test diagnósticas por semana del 46,6%.
Para llegar al vehículo instalado y efectuar los test, era necesario un recorrido previo por los terrenos del polideportivo municipal. La novedad del primer día hizo que durante las primeras horas llegase a haber importantes colas, con hasta «tres horas y pico» de espera al mediodía, según miembros de Protección Civil. Esta situación también se pudo ver en otros puntos de Castilla y León. En Zamora, la Delegación Territorial quiso salir al paso de las críticas con un comunicado en el que recordaron que este sistema «no se trata de un cribado masivo» como el realizado meses atrás y apuntaron que solo deben participar en él aquellas personas con patología compatible y no la población general.
Y es que las esperas fueron protagonistas en un día en que además el viento arreciaba y no era precisamente recomendable mantenerse demasiado tiempo a la intemperie, como ocurrió con buena parte de las personas que quisieron formar parte de la iniciativa en el municipio vallisoletano. Quizás porque precisamente creían que iba a funcionar como los cribados realizados en la misma ubicación durante las olas más agresivas de la pandemia -cuando aún no había vacunas-, la queja común fue la falta de agilidad del nuevo servicio: «Entonces tenían a cinco personas y ahora, a una», se lamentaba Yolanda.
Como esta mujer, muchos de los presentes acudían a la unidad móvil al considerar que tenían algún síntoma y en búsqueda de tranquilidad. «Por descartar», resumían. A solo un paso de ser finalmente llamada, María Ángeles, tapada hasta solo poder verle los ojos, afirmaba que iba porque le dolía la garganta y por precaución, ya que había estado días antes con sus nietas.
«Malestar» de los técnicos
En el apartado de críticas, el Sindicato Estatal de Técnicos Superiores Sanitarios (SIETeSS) y la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS) expresaron ayer su «malestar y desacuerdo» con la Consejería de Sanidad por no contar con los Técnicos Superiores Sanitarios para realizar las pruebas destinadas a la detección precoz del coronavirus entre la población, en las unidades móviles de testeo. En un comunicado, que recogió Ical, recordaron que los profesionales «formados, capacitados y habilitados» para la realización de estos exámenes o la toma de muestras son los técnicos citados.
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