La Junta recupera el 'Tratado de Cabreros del Monte', «esencial para la historia del castellano como lengua universal»
La edición crítica de este documento se enmarca en la línea de trabajo que seguirá la Consejería de Cultura y Turismo para impulsar la investigación, edición, publicación y difusión de los textos que recogen los orígenes de nuestra lengua
Firmado en 1206, el conocido como 'Tratado de Cabreros del Monte' se trata de un documento «esencial» no sólo a nivel histórico -firmó la 'paz' entre Alfonso IX de León y Alfonso VIII de Castilla, esposo y padre de Doña Berenguela, y restableció al infante Fernando II como heredero del trono de León- sino también desde el punto de vista lingüístico y filológico, al ser un texto clave para conocer «la historia del castellano como lengua universal». Así lo ha destacado el consejero de Cultura y Turismo, Gonzalo Santonja, que ha presentado en Valladolid la edición crítica sobre el citado tratado impulsada por la Junta a partir de los estudios realizados por los profesores universitarios José Manuel Ruiz Asencio, José Ramón Morala y Félix Martínez Llorente.
El libro, que toma el relevo de obras de investigación promovidas por el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua como los 'Cartularios de Valpuesta', el 'Fuero de Brañosera' o el 'Cartulario Gótico de Cardeña', se enmarca dentro de la línea de trabajo que desarrollará el departamento que dirige Gonzalo-Santonja, que según ha avanzado, pretende impulsar la «investigación, edición» y sobre todo, «difusión» de los documentos relacionados con los orígenes del castellano, una labor, sobre todo esta última, que a su juicio se ha hecho «mal» hasta le fecha impidiendo así la «socialización del conocimiento».
Dos copias
En este caso, el documento, del que existen dos copias, según han detallado los investigadores -una se conserva en el Archivo de la Catedral de León y la otra en el Archivo de la Corona de Aragón -, está redactado íntegramente en romace castellano, algo que supone una anomalía para la época, ya que en los años anteriores y posteriores a esa fecha los diplomas reales castellano y leoneses se escribían en latín. Se trata, pues de la primera vez que una institución regia escribía un documento íntegramente en lengua romance castellano, una 'rareza' que según ha explicado el catedrático en el Departamento Prehistoria, Arqueología, Antropología Social y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Valladolid, José Manuel Asencio, pudo deberse a la «falta de tiempo» que tuvieron para su traducción, fechada para el Domingo de Ramos de 1206. Ha señalado también el investigador que el autor d el manuscrito original fue el gallego Pedro Pérez, «un personaje de una talla intelectual grande», que ejerció como notario y canciller, antes de ser nombrado obispo de Salamanca en 1248. «El documento estaba escrito en un castellano tan perfecto, con escritura gótica, y abordaba temas que nunca antes se habían tocado, que invitaban a situarlo más cerca de 1230 o de 1240 que de su fecha real», ha expuesto.
Gonzalo Santonja ha destacado la importancia de estudiar estos documento desde un punto de vista multidisciplinar: «Hay que partir de una transcripción paleográfica inobjetable, fijar esa transición, y a partir de ahí montar un estudio paleográfico, estudiarlo desde una perspectiva histórica y desde la lexicografía». Ha recordado en este sentido que cuando el Instituto Castellano y Leonés de la Lengua publicó el Fuero de Brañosera se dieron cuenta de que hay muchas personas interesadas en estas cuestiones, pero a quienes les plantea problemas enfrentarse a una versión genuina y una transcripción paleográfica. Es por ello que emprendieron entonces la labor de realizar adaptaciones al castellano actual.
Además, en esta ocasión la edición incluye un código QR que permitirá a los lectores acceder a las láminas originales, para consultar la versión original del texto.
Durante su presentación, Martínez Llorente, profesor de Derecho Penal e Historia y Teoría del Derecho de la Universidad de Valladolid, que ha analizado el documento desde el punto de vista jurídico, se ha referido al mismo como «un texto novedoso» escrito en un periodo que fue «muy problemático», con controversias entre los reinos de Castilla y de León. Asimismo, ha destacado su importancia, ya que además de establecer «un antes y un después de las relaciones entre ambos reinos», suponía «la restitución como heredero al trono de Fernando II, que es el gran protagonista del documento, aunque en ese momento fuera un invitado tangencial». «Quien preside el tratado es su madre, doña Berenguela, que pasa a tener un reconocimiento por parte de su esposo, frente a la controversia que había surgido con la reprobación del papa Honorio III, que decretó la excomunión de ambos cónyuges».
También se ha referido a este tratado como «un documento de especial relevancia en el aspecto histórico, filosófico y lingüístico» el tercer autor de la edición crítica, el catedrático de Filología Hispánica en la Universidad de León, José Ramón Morala. Durante su intervención en un vídeo, ya que se encontraba fuera de España para asistir a un congreso, ha destacado que el documento representa un «un hito» para el estudio del romance.