La Junta fía frenar el «efecto» Navidad a la responsabilidad de los ciudadanos
Reconoce que no hay policía suficiente para controlar si se hacen «trampas» con los desplazamientos
«Hay que tratar a los ciudadanos como mayores de edad» , ha dicho este jueves el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea. Una afirmación que lleva a preguntarse si alguna vez quienes están obligados a tomar decisiones no nos han tratado así. Lo cierto es que el Gobierno autonómico, a través de dos de sus máximos representantes, el también portavoz, Francisco Igea, y su consejera de Sanidad, Verónica Casado, apelan reiteradamente al comportamiento individual durante esta Navidad. «Hacemos un llamamiento a la responsabilidad, algo que no es cosa exclusiva de los políticos, es algo compartido por toda la ciudadanía» , ha dicho Igea. Y es que, acordadas las medidas entre comunidades y Ministerio para pasar las fiestas -toque de queda a la una y media de la madrugada, grupos de diez personas y traslados entre regiones para reencuentros familiares-, toca volver a repetir el mensaje, casi súplica, de que se eviten los desplazamientos, los contactos sociales y las aglomeraciones.
«Hay que tener un poco más de paciencia y seguir haciendo muchos esfuerzos porque la situación no es buena y la podemos estropear», ha insistido Casado, para quien el descenso de la incidencia, que se sitúa en 462 casos por cada 100.000 habitantes, «no ha sido gratis, todos sabemos que ha sido gracias a las restricciones». «Esta enfermedad es muy traicionera y tiene muchos dientes de sierra» , ha añadido, antes de dar a conocer los datos que este jueves registran una ligera subida de contagios, hasta los 597, frente a los 487 de la jornada anterior. Además, se contabilizaron 27 fallecidos, de ellos 22 en los hospitales y cinco en las residencias. «Son personas que no pasarán la Navidad con sus familias» , ha espetado la titular de Sanidad, en un intento, una vez más, por remover conciencias y llamar a «hacer mucho más para conseguir que no haya ni un fallecido, sobre todo con medidas individuales».
Porque para la consejera de Sanidad, la reducción de la incidencia y de los decesos que se ha producido, desde el 11 de noviembre en que «tocamos techo», se debe al «esfuerzo colectivo que ha servido para salvar vidas » y ha vuelto a apelar a «quedarse en casa y evitar todos los movimientos posibles durante esta Navidad». Dicho lo cual, tanto Casado como Igea han reivindicado el acuerdo alcanzado en el Consejo Interterritorial de Salud (aunque Madrid votó en contra) que fijaba los criterios para celebrar una Navidad en la que se permitirán los desplazamientos entre comunidades siempre que sean para encuentros familiares. En este punto, la titular de Sanidad ha reconocido que no hay policía suficiente para controlar que la medida se cumpla en estos términos, por lo que ha pedido «no hacer trampas al solitario» porque «si intentamos engañar a la policía sólo te engañas a ti mismo» .
Casado ha defendido las medidas acordadas y ha asegurado sentirse «satisfecha», aunque las restricciones fuesen inferiores a las que proponía Castilla y León, y ha insistido en que «el mensaje general es el de que hay que evitar las aglomeraciones y el contacto social» . Ha reconocido, no obstante, que los expertos sanitarios son partidarios de que «no hubiera nada» de alivio, pero los económicos o sociales «piden guardar el equilibrio y eso hemos tratado de hacer». En cualquier caso, ha apuntado que si la situación empeora, l a Junta podría aumentar las restricciones . Es más, ha avanzado que prohibir que alguien pueda moverse «tendría efectos secundarios» , aunque también ha confesado tener «miedo» ante lo que pueda suceder esta Navidad y que enero arranque con una tercera ola.
Coste político
También el vicepresidente de la Junta ha defendido las medidas acordadas para las próximas fiestas navideñas. «Dijimos que asumiríamos la decisión que se tomase; somos solidarios y leales», ha señalado Igea, quien ha pedido, otra vez, r esponsabilidad a los ciudadanos para evitar «situaciones de riesgo» . Y ha asumido que las medidas restrictivas, en especial las que se refieren a la hostelería, tienen unas consecuencias, de forma que «siempre he estado dispuesto a asumir un coste político y personal». Por último, ha vuelto a hacer gala de su buena relación con el presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, para confesar que «nunca me ha dicho que no hagamos algo porque nos fueran a freír» .