La Junta desiste del pasaporte Covid por «controversias científicas y políticas»

Argumenta que crea una «falsa sensación de seguridad que puede contribuir a aumentar los casos»

Diseñará con los sectores implicados una campaña de «promoción de entornos seguros»

Francisco Igea durante el consejo de Gobierno ICAL

Montse Serrador

En el siglo XVI la «Controversia de Valladolid» representó un antes y un después en la defensa de los derechos de las poblaciones indígenas. Un término que sirvió para definir el intenso debate protagonizado por el dominico Bartolomé de las Casas y el filósofo Juan Ginés de Sepúlveda. Asunto, protagonistas y localización (entonces fue el Museo Nacional de Escultura) nada tienen que ver pero ayer el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, recuperó este vocablo para justificar la decisión del Consejo de Gobierno de desistir definitivamente de la aplicación del pasaporte Covid en Castilla y León. «Hay controversias científicas y políticas», porque las primeras llevan a las segundas, según explicó, pero ambas confluyen en la consideración de que la exigencia del certificado de vacunación para acceder a locales o eventos «genera una falsa sensación de seguridad que puede contribuir a que aumenten los contagios». Y un segundo argumento: en aquellas comunidades o países, como es el caso de Bélgica, donde esta exigencia se ha puesto en marcha no se ha conseguido frenar la ola de contagios.

«No ha cambiado nada de la semana pasada a esta, sólo que se ha tomado una decisión» , se ha justificado Igea. A ella se ha llegado después de volver a escuchar al Comité de Expertos, que no tenía una postura común, y tras haber comprobado que no hay relación coste-beneficio. «No se asegura que sea eficaz» porque «la sensación de falsa seguridad es más peligrosa» , ha insistido Igea. Así que el Ejecutivo autonómico, que el jueves anterior estaba más por el sí tras el pronunciamiento favorable del Tribunal Supremo sobre la petición del Gobierno vasco, descarta ahora el pasaporte Covid (que ya se aplica en nueve comunidades), una decisión que ha dado lugar, este jueves, a un intenso debate en el Consejo de Gobierno, según reconoce el propio vicepresidente de la Junta. Ello no quiere decir, se ha apresurado a matizar, que las discrepancias en el seno el Ejecutivo estén alineadas con las dos formaciones políticas que lo componen: PP y Ciudadanos. También influye, aunque «no ha sido determinante determinante», la oposición del sector hostelero al pasaporte.

De esta forma, la única medida adoptada por la Junta pasa por apelar a la responsabilidad de los ciudadanos y a su colaboración «para conseguir entre todos que los entornos laborales y de ocio sean lugares seguros», con la ventilación, la mascarilla y las distancia como dogmas. Con este objetivo, la administración autonómica va a poner en marcha una campaña de concienciación para la que se convocará a todos los sectores implicados. «Es el momento de pedir responsabilidad y no fiarlo todo a la norma», insistió, con la máxima de que «lo importante es evitar situaciones de riesgo».

Declaraciones que llegan en una jornada en la que se han anotado desde el martes 1.752 nuevos contagios y doce fallecidos. La incidencia sigue al alza y ya alcanza los 401 casos a catorce días y 298, a siete. Con estos datos, Igea no ocultó que «estamos preocupados y también seguros de que después de la Navidad habrá más contagios». De momento, apuntó que la situación de las UCI no es complicada, con 62 personas ingresadas, mientras que en planta hay 315. Reconoció, no obstante, que «si no hacemos las cosas bien, acabaremos tomando medidas restrictivas», una situación que se producirá «si la situación no mejora y aumenta la presión hospitalaria».

El concierto de Valladolid

«Una imagen vale más que mil palabras», asegura Francisco Igea al referirse al expediente abierto por la Delegación Territorial de la Junta en Valladolid por el concierto del grupo Natos y Waor en el Polideportivo Pisuerga el pasado 4 de diciembre, un evento que fue organizado por una empres, aunque la instalación es municipal. Por eso, el vicepresidente de la Junta ha advertido de que «también el Ayuntamiento tiene que asumir responsabilidades» porque «no se puede tener a miles de personas gritando y sin mascarilla» . El alcalde de Valladolid, Óscar Puente, ha defendido, en cambio, que el Ayuntamiento solo cedía el espacio y cree que el promotor «cumplió con la normativa».

Igea, sin embargo, pide a las entidades locales que no autoricen actos multitudinarios si no pueden garantizar la seguridad. «Si no te sientes seguro no estés ahí» , ha dicho como recomendación general para la población y confió en la responsabilidad de los alcaldes, «que son mayores de edad, al menos algunos» para tomar decisiones adecuadas.

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