La Junta aprueba una estrategia para mejorar la calidad del aire en Castilla y León
Las medidas implican a todos los sectores, especialmente al transporte, la industria y la agricultura y ganadería con el fin de reducir la contaminación atmosférica
El Consejo de Gobierno ha aprobado, a propuesta de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, la Estrategia de Mejora de la Calidad del Aire en Castilla y León 2020-2030 , que servirá para lograr objetivos a largo plazo mediante una serie de medidas que implican a todos los sectores, especialmente al transporte, la industria y la agricultura y ganadería con el fin de reducir la contaminación atmosférica.
La estrategia se ha sometido a un largo proceso de tramitación para lograr el mayor consenso posible, con trámite de información pública y audiencia y Gobierno Abierto, informes del Consejo Regional de Medio Ambiente y del Consejo Económico y Social, además de la consulta a todas las consejerías de la Junta de Castilla y León.
La Estrategia para la Mejora de la Calidad del Aire en Castilla y León 2020-2030 parte del diagnóstico de la calidad del aire en Castilla, con la toma de datos proporcionados por la Red de Control, formada por 57 estaciones fijas tanto públicas como privadas , que registra continuamente la concentración en inmisión de los principales contaminantes atmosféricos, informa Efe.
Los resultados están recogidos en los Informes Anuales de la Calidad del Aire de la Junta de Castilla y León y en el Registro Estatal de Emisiones y Fuentes Contaminantes (PRTR-España) y en el Inventario Nacional de Contaminantes Atmosféricos, ambos del Ministerio competente en materia de medio ambiente.
Fomentar el ahorro y la eficiencia energética y el uso de energías renovables, la adquisición de buenos hábitos energéticos entre instituciones, edificios administrativos, comercio y empresas y entre la población en general, la economía circular y el impulso de las líneas de trabajo en diversos sectores.
Las medidas que recoge la estrategia para la consecución de estos objetivos están diseñadas con dos enfoques: a corto plazo, para solucionar los problemas que afectan a la protección de la salud y mejorar el sistema de información pública y de alerta a la población; y a medio y largo plazo, con medidas dirigidas a fijar y asegurar un mayor control de las fuentes emisoras, en especial, en el caso de las fuentes de contaminantes precursores del ozono, que constituye el problema más importante en Castilla y León y que tiene las soluciones más complejas