La Junta aplaza las restricciones «hasta que haya consenso»
Un grupo de trabajo encabezado por Casado y Quiñones analizará «las propuestas más eficaces»
El miércoles lo había advertido el presidente de la Junta al más puro ‘estilo Rajoy’: «Puede que tomemos decisiones o puede que no tomemos decisiones». Finalmente fue que no, porque el Ejecutivo autonómico, después de un debate «largo e intenso», en palabras de su vicepresidente, Francisco Igea, ha decidido no decretar nuevas restricciones a la espera de que haya «propuestas y consenso suficiente» . De esta forma, en lo que a pandemia se refiere, la única decisión ha sido, como ya había dejado claro Alfonso Fernández Mañueco el miércoles, no pedir al TSJCyL el toque de queda por municipios ante el informe desfavorable de los servicios jurídicos de la Junta.
No hubo más. O sí, ya que se ha acordado crear un grupo de trabajo, que ayer mismo, por la tarde, comenzó a trabajar , encabezado por la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y por el titular de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, e integrado por técnicos sanitarios y de Protección Civil de ambas consejerías. Su objetivo, «analizar propuestas eficaces» para frenar la actual escalada de contagios. A partir de ahí, encontradas esas medidas, deberá ser un Consejo de Gobierno extraordinario el que las apruebe y, para ello, es el presidente de la Junta «el que tiene que convocarlo», repitió en varias ocasiones Igea, sin avanzar si podría ser hoy mismo.
No parece que la reunión de ayer del Ejecutivo autonómico fuera fácil. «Sus deliberaciones son secretas», se ha limitado a señalar Igea a la pregunta de si la disparidad de criterios había hecho imposible acordar restricciones. Su actitud , en la que no pudo ocultar una evidente incomodidad, unida a la extensión de la reunión, superior a lo normal, y el hecho de que el propio Mañueco estaba ausente al encontrarse en Madrid en el homenaje a las víctimas del coronavirus (llegó a parar en la carretera para conectarse vía telemática), evidencian que en esta ocasión no hay sintonía entre el presidente y los consejeros del PP, por un lado, e Igea y los de Ciudadanos , por otro. Los primero, más partidarios de medidas menos contundentes y los segundos, de las drásticas, como se ha evidenciado estos días con la petición del toque de queda que Mañueco ha neutralizado al menos en dos ocasiones.
Igea lamenta que «la política no está dando las respuestas que exige la situación actual de pandemia»
Así que a Igea, como portavoz, le tocó la nada fácil tarea de dar la cara y tratar de explicar por qué ante «una situación muy preocupante», según sus palabras, y con un repunte de ingresos en los hospitales, hay que esperar a las consideraciones del grupo de trabajo para mover ficha. Más aún después de que durante toda la semana se avanzase la posibilidad de retroceder a una especie de fase dos, aunque con limitaciones distintas, y más enfocadas al ocio nocturno, del que también se planteaba su cierre.
Y es que ayer las cifras han vuelto a ser elevadas en contagios, 1.837, si bien no se registró ninguna muerte. Preocupa, sobre todo, el incremento en los ingresos hospitalarios, con 224 pacientes en planta (18 más que en la jornada anterior), aunque se mantienen en 39 los de las unidades de críticos. En el caso de los primeros, el grupo más numeroso está entre los 30 y 39 años (44), seguido por el de 40 a 49 (37) y los de 60 a 69 y 20 a 29, con 33 en ambos casos. En la UCI, ocho de los 39 casos tienen menos de 50 años y no hay ninguno mayor de 70.
Con esta evolución de la pandemia, cobran especial significado las palabras de Igea: «La política no está dando las respuestas que exige esta situación», señaló, para denunciar después que «ni legislativo ni Ejecutivo han tomado la iniciativa de dotarnos de un instrumento», en referencia a la eterna demanda de contar con una nueva ley de salud pública o una ley de pandemias que dé instrumentos a las autonomías para poder actuar. Es ese déficit, ha insistido el vicepresidente de la Junta, el que «hace difícil pedir medidas eficaces como el toque de queda» y que deja a «la comunidad y a España en una situación de inseguridad jurídica», ha señalado en referencia al auto del Tribunal Constitucional que declaró inconstitucional el estado de alarma y que, a su juicio, «es consecuencia de la inacción del Gobierno».
Sobre el informe de los servicios jurídicos que desaconseja la limitación de movimientos en horario nocturno, ha explicado que se apoya en que dados los antecedentes, en los que la justicia rechazó la medida adoptada en Castilla y León en dos ocasiones, «se podría incurrir en decisiones ilegales a sabiendas y eso es un delito» . «La Junta no puede permitirse ir en contra de los servicios jurídicos», ha insistido, y ha reconocido que aunque «es muy difícil de explicar» que en otras comunidades, como Valencia, se haya aprobado la medida, no debemos dar la sensación de que nos saltamos el estado de derecho».
Así que, de momento, ha centrado el esfuerzo para contener los contagios en «el rastreo, los cribados, la llamada a la responsabilidad de los jóvenes y la vacunación» . En este último punto, volvió a reclamar más dosis para poder aumentar el ritmo, aunque reconoció que «con esto no es suficiente y esperamos un paquete de medidas en los próximos días»
Unas restricciones que ya tendrán poco que ver con el famoso semáforo que «consiste en castigar a sectores donde no hay jóvenes». «La tipología y el planteamiento de los casos es diferente», ha apuntado. También descartó la iniciativa de otras autonomías de exigir PCR para entrar en los locales de ocio nocturno. «Costaría explicar a los equipos de atención primaria que debemos hacer más pruebas para salir de copas; sería irracional».