Nos la jugamos

El déficit de población, especialmente preocupante en el medio rural, es, sin duda, uno de los mayores problemas en Castilla y León y me atrevería a decir que en buena parte de nuestro país. Hace ya años que se detecta un éxodo hacia las zonas más urbanas y hacia los grandes núcleos de población, lo que genera un problema añadido a las comunidades que, como la nuestra, tienen un número muy importante de pueblos. A ello se suma la crisis económica, que hace que nuestros jóvenes tengan que buscar el sustento fuera de nuestra comunidad. El resultado es una menor población, menos mano de obra, menos cotizantes para el pago de las pensiones. Un problema de primera magnitud que no es cosa de unos pocos, sino cosa de todos.

Castilla y León abandera un grupo de trabajo, cada vez más numeroso, que pretende llevar el asunto a la Europa de las Regiones, de la mano de Juan Vicente Herrera. Es una importante tarea en la que nuestra Comunidad puede aportar datos incontestables de una terrible realidad que se acrecienta día a día. Pero sería un error pensar que sólo es un problema local, porque las regiones que forman el foro de análisis representan el 25% de la población y casi el 60% del territorio, lo que indica que la mayor parte de España tiene también el problema y los ciudadanos, cada vez más, se refugian en las áreas más pobladas que suelen ser las de mayores oportunidades.

Herrera tendrá que ser la voz de una gran mayoría de los españoles preocupados por el futuro y, a la vez, ser capaz de ser portavoz de otros países europeos que también comparten este problema. Su dictamen debería de contar con el apoyo cerrado del futuro gobierno de España, porque es un asunto que trasciende a las regiones y con el que nos jugamos el futuro. Apostar sólo por los núcleos demográficos que crecen es empobrecer el país, la diversidad y el futuro de generaciones.