José María Nieto: «El humor ahora mismo está en una trinchera»
Recoge una selección de viñetas publicadas en ABC entre los años 2014 y 2019
El humorista gráfico José María Nieto, ha presentado en la noche de este jueves en el Aula de Cultura de El Norte, en el Círculo de Recreo de Valladolid, su antología ‘La risa que llevas puesta’ (Galland Books, 18,95 euros), una selección de viñetas publicadas en la edición nacional de ‘ABC’ entre 2014 y 2019, justo antes de que estallara la pandemia. «Desde que vio la luz el libro lo que llevamos puesto en lugar de una sonrisa es una mascarilla. La vida siempre es más irónica que nuestras propias ideas», ha señalado el autor en declaraciones a Ical.
Nieto ha conversado con los periodistas Carlos Aganzo, Óscar Campillo y Fernando Conde, y ha reconocido que «ahora mismo el humor está en una trinchera», una situación que vincula con un momento clave como la matanza de los islamistas en Charlie Hebdo en enero de 2015: «De algún modo en aquel momento nos convencieron de que el chiste es en sí algo ofensivo, o de que la representación de cualquier tema importante es algo ultrajante. Nos han convencido. Es tremendo. Estamos en retroceso», ha lamentado.
Cada capítulo del libro corresponde a cada año, y está prologado por un relato en el que un ángel y un demonio discuten sobre si el humor es una herramienta diabólica o si por el contrario la risa nos eleva y engrandece. Según explicó a Ical instantes antes de la charla, Nieto aprecia que «se ha acentuado una tendencia creciente a estrechar los límites del humor, y eso traspasa no solo la labor de los humoristas gráficos, sino que llega a los usos sociales».
En ese sentido, ha puesto como ejemplo que, «pese a que no ha habido víctimas mortales, nadie hace bromas sobre el volcán por si acaso alguien se siente ofendido». «Nadie utiliza una imagen tan potente, tan alegórica o tan simbólica como puede ser un río de lava. Nos hemos vuelto temerosos y pacatos de la gente que se ofende; esto va en contra del humor y por eso vivimos en una sociedad cada vez más sombría», lamenta.
Contra ello, desde su oficio reivindica «la alegría del tomarse a guasa a uno mismo». «Reírnos de nosotros mismos es una forma de conocernos, de quitarle hierro a los conflictos, incluso de condolernos con el sufrimiento, porque la risa no tiene por qué ser algo ultrajante, sino que puede ser algo que te haga soportable las contradicciones de la vida, el sufrimiento o las tragedias. Hay que recuperar ese concepto positivo de la risa que nos están arrebatando los puritanos», ha sugerido.
Para él, «el humor no tiene límites si responde a una necesidad de reaccionar ante el dolor o la incertidumbre». «El humor no tiene límites. Otra cosa es cuando se utiliza el humor para atacar, para odiar, para ridiculizar, entonces ahí se encuentra en terreno espinoso, porque siempre puede haber alguien demasiado poderoso, que reaccione intentando hacer callar la voz crítica. En tiempos de radicalización, de trinchera política y de lucha de grupos victimizados, el humor está siempre en terreno peligroso, pero el humor es una cualidad del alma humana, y donde haya alguien que sufra una incertidumbre o una duda siempre habrá una reacción humorística», ha valorado.
Cuestionado sobre cómo afronta el trabajo diario, es claro: «Con el papel en blanco, mucho café, rodeado de periódicos, oyendo la radio, viendo las noticias…». «La labor del que opina tiene mucho de reflexivo, de darle vueltas a las cosas, y luego tiene una parte más artesanal o más artística que es ponerte a dibujar. En mi caso yo casi lo considero un descanso, porque el trabajo está todo antes en la cabeza», ha explicado.
Además, reconoce que tras tantos años trabajando en el ámbito regional, al principio le costó «cambiar el chip» al dar el salto al ámbito nacional e internacional en las páginas de ‘ABC’, donde le encomendaron la difícil misión de ocupar el enorme vacío dejado por una leyenda como Mingote. «Lo solucioné dejando a las ratas en la orilla del Pisuerga, porque para hablar del mundo tienes que hablar de tu pueblo. Si tienes un pie en el terruño, en tu lugar de nacimiento, si no pierdes el contacto con tu raíz es más fácil mirar los horizontes aunque estén lejísimos», concluyó.
Esta discusión, tan actual, ha sido abordaba en el Aula de Cultura de El Norte de Castilla, donde Nieto estuvo arropado por Fernando Conde y los periodistas Carlos Aganzo y Óscar Campillo, director General de Comunicación y Relaciones Institucionales del Grupo Vocento. «Pensábamos, inocentes de nosotros, que 2017 había sido un año muy intenso por las cosas del ‘proces’ de Cataluña, y ahora, tras la pandemia, todo aquello parece que pasó hace mil años», rememoró el dibujante, quien resaltó también que el humor «tiene los límites cada día más estrechos al haberse perdido el ‘nosotros’ que antes nos permitía reírnos de cualquier tema». Para el vallisoletano, «hoy vivimos atrincherados en un sinfín de grupos identitarios para los que la risa es sospechosa de incitar al odio». Nieto repasó los años comentando algunas viñetas recogidas en el libro, como la dedicada a los hijos de la Guardia Civil, por la que ganó el premio Mingote en 2019.