Jorge Francés - Ruido blanco
La reconquista del ruido
«El único plan de Sánchez es el autoritario estado de alarma y el caótico mando único, fagocitar las autonomías y justificar así su alocución de fin de semana. Sánchez es mi vecino de enfrente»
Al silencio alborotado de la primavera esta semana han regresado a las calles los murmullos de paseo, los juegos de los niños. La verbena de balcón del vermut y de las ocho ha anunciado este domingo su última sesión como un alivio más al confinamiento después de semanas imponiendo los bailes de otros veranos, los cumpleaños ajenos y al locutor frustrado de la tómbola Cachichi realizado por movilizar parte del vecindario creyendo que su inoportuno estruendo diario era un gesto solidario. Por suerte, esa dedicación impostada ya no es necesaria en unas plazas menos vacías y de nuevo desordenadas. Ha habido incluso una pequeña revolución inútil cuando un coche de policía les ha pedido apagar antes de lo que ellos habían previsto. Y así hemos reconquistado el ruido, como primera bandera de la desescalada. Hemos vuelto a llenar el vacío insoportable que era escuchar desde la ventana nuestro mundo sin nosotros. Nada suena tan terrible como la ausencia.
La tremenda usurpación del silencio que han perpetrado durante casi dos meses de forma unilateral estos vecinos altruistas que regalaban himno, reggaeton y aplausos es aplicar a nuestra manzana de barrio la cultura de Pedro Sánchez. Por eso no les culpo. La estrategia del sanchismo también ha sido desterrar el silencio. Con un despliegue de comparencias diarias sin contenido, con las ocho conferencias de presidentes para explicar a las autonomías lo ya decidido, sin llamar a la oposición en semanas pero pidiendo respaldo patriótico cada quince días desde la tribuna del Congreso. Ruido, tan solo ruido para llenar la ausencia.
Al menos hasta ahora la oposición ha sido cómplice. Regalando su apoyo ante la falta de respuestas y las improvisaciones, confundiendo crítica y lealtad, creyendo que cuestionar era dejar de ser útil como repiten los palmeros de la izquierda estética. El único plan de Sánchez es el autoritario estado de alarma y el caótico mando único, fagocitar las autonomías y justificar así su alocución de fin de semana. Sánchez es mi vecino de enfrente. Sigue convencido que salvar España era poner «Resisitiré» cada mañana.