Jorge Francés - Ruido blanco

Pan y fútbol

«A la 'futbolización' de la política solo le faltaban las cláusulas de rescisión millonarias»

Benito Serrano, del Partido Popular, durante su toma posesión como presidente de la Diputación de Soria ICAL

Las tertulias embarradas de gritos, los periodistas que sudan la camiseta, los debates como partidos de Champions, las declaraciones en las que no se declara nada y las redes sociales para enfrentar aficiones. La expectación perpetua para la decepción constante. Las cumbres mundiales de prestado que acaban en valle igual que una final sin goles. Igea como Roncero y Puente como Quim, o viceversa. Ana Sánchez voceando consignas y los sindicatos pidiendo el VAR para los cursos de formación del Ecyl. El leonesismo excluyente disfrazado de independentismo dialogante, colando bengalas para detener el partido. A la «futbolización» de la política solo le faltaban las cláusulas de rescisión millonarias. Pues todo llega.

O no tan millonarias, que aquí no andamos para dispendios. En la Diputación de Soria la traición cuesta cien mil euros. Es la deslealtad y no los niños (andan ociosas las cigüeñas) la que trae un pan bajo el brazo. Ahora que una firma no compromete, ni los apretones de manos, ni vale la palabra. Los compromisos ya solo se adquieren ante notario, que las leyes tienen esquinas y hay que agarrar la garantía por las cláusulas. Así cerraron la gobernabilidad PP y PPSO. Con una que obliga al diputado que rompa lo pactado a donar cien mil euros a una causa solidaria, como si ganara una gala de «Tu cara me suena». Lo que hay que hacer para dormir tranquilo si no eres Pedro Sánchez. El pacto castiga el transfuguismo (ya de por sí es ilegal) porque nadie es de fiar. Ni siquiera, o quizá por eso, los que hasta hace cuatro días eran los tuyos.

Queda la senda marcada. Cláusulas millonarias con ERC y el resto del mecano ingobernable. Que las añadan al pacto en la Junta. Propongo pagos a la ciencia, a investigación médica, a Cáritas para atender la precariedad de la crisis que viene, incluso para la cultura. Donaciones en vez de inversiones, ¡viva el progreso a lo Judas! Cláusulas más efectivas que ministros o consejeros, que no haga falta aprobar presupuestos. Primas para dejarse perder. El fútbol es así (y la política). Llegar a los penaltis siempre fue una lotería.

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