Levántate y anda

El sanchismo es morir y saber resucitar. Cuantas veces sea necesario, en una visión felina de la política. Agarrado a lo que sea, como Di Caprio con el agua congelada al cuello esperando que apure las máquinas el Carpathia. El sanchismo es un «Manual de resistencia» ante mil maneras de morir. Lanzar el abrazo de Juan Genovés y acabar estrechando a Pablo Iglesias y quitando el abrigo pardo a Rufián. No es una forma de hacer política, si no de mantenerse en política.

Han pasado casi cinco meses del nuevo gobierno en Castilla y León y Luis Tudanca, orgulloso sanchista, parece haberse terminado las primeras memorias de Pedro y apuesta todo al mismo plan de resurrección de su líder. Si aquel recorrió España en su coche para recabar apoyos en la guerra fratricida contra Susana Díaz, Tudanca volverá a girar por el mundo rural de la comunidad para exigir la paralización de la reforma sanitaria. Los socialistas quieren recuperar el rumbo tras todo este tiempo desorientados y llorando la amarga victoria que la repetición electoral volvió a convertir en derrota. Quieren escapar de esta oposición diluida, de diagnóstico de problemas para partidos que saben que solo pueden ser oposición y no alternativa de gobierno. Cuando el rechazo no se acompaña de una respuesta seria y sólida, el pataleo es solo jugar al desgaste.

Tudanca ha superado el duelo, porque reinventarse es volver al origen. Una de sus banderas de la pasada legislatura autonómica fue la defensa de la sanidad pública, en especial de los servicios para los pequeños municipios. Sujetó decenas de pancartas y apadrinó todas las mareas blancas aglutinando sensibilidades. El abandono incomprensible de esa lucha había despertado un tremendo desconcierto entre sus bases, un desamparo en los alcaldes que anhelan seguir dando batalla. Sánchez se pateó las agrupaciones como el candidato de la militancia. Tudanca recorrerá consultorios como última esperanza blanca. Solo el sanchismo puede redimirle y, como a su líder, devolverle al protagonismo desde la irrelevancia. Comienza la legislatura. Levántate otra vez. Levántate y anda.