Jorge Francés - Ruido blanco
Desequilibrios de poder
«Si se cumplen las encuestas tras el 10-N cambiará el desequilibrio de poder del Gobierno de coalición. Con un PP más fuerte y un Cs debilitado, veremos hasta dónde, ya no será tan sencillo imponer y sonrojar»
El 11 de noviembre amanecerá distinto en el Colegio de la Asunción. Estas elecciones generales serán las menos inocuas, si es que alguna vez lo son, para la política autonómica. En dos días comienza la mini campaña y para Ciudadanos todo ha cambiado. Por primera vez sus propuestas se enfrentan al espejo de Gobierno y sus promesas al corrector de los hechos. «Ahora sí», que diría el PSOE, no es lo mismo prever prosperidad que repartir la herencia. Por primera vez no son solo Rivera y Arrimadas, sino que también Igea y Fuentes. Y aunque en las generales se vote diferente, mayo queda demasiado cerca como para que las urnas no se conviertan en una reválida del acuerdo de Gobierno que Igea dijo comprender que decepcionará a muchos.
Si se cumplen las encuestas tras el 10-N cambiará el desequilibrio de poder del Gobierno de coalición. Con un PP más fuerte y un Cs debilitado, veremos hasta dónde, ya no será tan sencillo imponer y sonrojar. Si las elecciones de mayo fueron en Castilla y León un suflé de las de abril y Cs vuelve a la realidad anterior (de 8 a 1 escaño) las cosas seguirán igual en el mapa autonómico institucional, pero radicalmente opuestas en la geografía psicológica de gobernantes y gobernados. Y los diputados que cosechen aquí son esenciales para Albert Rivera en Madrid. Se juegan la mayor parte de los 12 escaños que lograron en la llamada España Vacía que significa despoblación y servicios rurales. Toca saber si lejos de las ciudades están entendiendo las reformas y proyectos piloto. Si los conflictos con sanitarios, funcionarios, de ordenación territorial, contra la administración paralela e identitarios son ruido o desengaño. Si ese Cs de varias almas y crudas tensiones internas es reconocido como aquella regeneración imprescindible y transparente.
Decía un dirigente del PP charlando con periodistas que para casi todo hay que esperar a que pase el 10N. Vestía media sonrisa y marianismo. Puede entonces que a Cs le resulte urgente explicar lo quiere hacer en Castilla y León que insistir en lo que Rivera propone para España.
