«Izquierda y derecha no somos radicalmente distintos y cabe el consenso»

El delegado del Gobierno en Castilla y León, Javier Izquierdo, admite sentirse a gusto en su actual puesto, pero también cuando estuvo más en el debate «cara a cara» con el rival político porque dice que su vocación es la de servicio público

Javier Izquierdo frente a la sede de la Delegación del Gobierno en Valladolid HERAS

J. M. AYALA

-Pese a su juventud, ha sido ya casi todo en política (concejal, procurador, secretario provincial del PSOE de Valladolid, secretario general del Ministerio de Fomento y ahora delegado del Gobierno). ¿Es usted un ejemplo de lo que se denomina un hombre de partido o a qué achaca tanto cambio?

-Me gusta la política. Tengo vocación de servicio público. Intentar ayudar y contribuir a resolver problemas es algo que me satisface. A partir de ahí, sí me he caracterizado en estar donde se ha querido contar conmigo y estoy muy agradecido a los que han confiado en mi.

-¿Le «pone» más el debate cara a cara con el rival político o encaja mejor en cargos como el actual donde prima más la coordinación?

-Me he sentido a gusto en ambos sitios. Le debo mucho a haber sido concejal porque me ha dado la posibilidad de escuchar al ciudadano, tener cercanía y contacto directo con él.

-¿Cómo valora esa agresividad hasta el punto de llegar al insulto que en los últimos años se ha ido adueñando del debate político?

-La reflexión general que hago es que se puede ser muy duro pero hay que ser correcto en las formas. Si lo que hacemos es dedicarnos al insulto y a la descalificación gratuita, estaremos diciendo a los ciudadanos que ése es el modelo para conducirse en sus relaciones diarias generando crispación social. En lo coyuntural, creo que lo que se escucha a veces, especialmente desde la bancada de la extrema derecha, pero también de la derecha, no va en la buena dirección. No puede ser que se llame golpista al presidente del Gobierno o que se le considere ilegítimo para el cargo que ocupa. Hemos escuchado unos términos que desde el punto de vista democrático son inadmisibles. No podemos entrar en la descalificación porque degrada nuestras instituciones y la confianza de los ciudadanos. Quienes juegan con ese arma de fuego lo que están haciendo es poner en riesgo la convivencia en una sociedad que hasta hace no mucho era más respetuosa y tolerante de lo que estamos viendo lamentablemente en estos tiempos. Yo voy a estar denunciando permanentemente el insulto y el odio.

-Habla de Vox y del PP ¿Y el resto de partidos?

-Es una reflexión que hago para todo el mundo, pero llamar a un presidente felón yo no se lo he escuchado a ningún responsable socialista. Lo que sí puedo decir es que en esta crisis ha habido una exquisitez absoluta tanto de Pedro Sánchez como del ministro de Sanidad frente a unas críticas absolutamente infundadas.

-¿Es para usted la derecha tan mala y la izquierda tan perfecta?

-Hay muchos cosas en las que no vamos a estar de acuerdo por razones evidentes al tener ópticas diferentes sobre la sociedad o la economía o los servicios públicos, pero sí hay elementos comunes. Este país fue capaz de armar una Constitución que nos ha dado capacidad para que todos podamos expresarnos con libertad y tenemos que ser capaces de llegar a otros puntos de entendimiento. Yo creo que los puntos de vista de mi partido son los mejores para una sociedad más justa, cohesionada y con unos determinados valores de tolerancia y convivencia. Otros pensarán que los suyos son los necesarios. A partir de ahí, intentemos buscar el acuerdo. No somos radicalmente distintos. No somos blanco o negro. Hay zonas de grises en las que cabe el consenso.

-¿Le gustaría o apoyaría entonces un gobierno de concentración PP-PSOE?

-A mí lo que me gustaría es que acabáramos esta legislatura con el gobierno de coalición actual.

-¿Duerme bien con Pablo Iglesias como vicepresidente de España?

-Siempre he dormido muy bien.

-¿Ve factible un próximo gobierno liderado por el PSCL en Castilla y León o perdió su oportunidad en 2019?

-El PSCL ganó las elecciones por primera vez en muchos años. La derecha y el centroderecha pusieron sus reales a nivel nacional e impidieron un acuerdo que hubiera sido positivo después de 32 años de gobierno del PP desde muchos puntos de vista, incluido el de regeneración democrática con su ristra de casos de corrupción. Soy optimista y creo que el PSCL volverá a ganar las autonómicas y tendrá la posibilidad de gobernar.

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