La izquierda radical se dispersa
La posibilidad de unión de Podemos e IU se aleja entre puyas de ambos líderes, mientras el partido de Sarrión sella su confluencia con otros tres partidos minoritarios
Vueltas y más vueltas, en círculos concéntricos y sin encontrar un punto de unión. Así llevan meses Podemos e Izquierda Unida en Castilla y León, que lejos de pasar de las palabras en las que abogan -aunque con la boca algo pequeña- por la confluencia para sumar fuerzas de cara a las urnas, no pasan a los hechos de certificar esa unión a imagen y semejanza de la nacional. Es más, a medida que pasa el tiempo y las elecciones autonómicas se acercan -serán el 26 de mayo-, las distancias se acrecientan, por más que de uno y otro lado se resistan a dar la batalla por perdida. Pero de las declaraciones de sus líderes regionales, Pablo Fernández (Podemos) y José Sarrión (IU), se desprende que, salvo cambio mayúsculo de posiciones, en las elecciones autonómicas en Castilla y León no habrá papeleta de Unidas Podemos cómo sí ocurre a nivel nacional.
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Las insinuaciones y dardos envenenados al bando contrario van subiendo de intensidad en esta particular guerra entre los capitanes de ambos «ejércitos». Pues, en el fondo, la configuración de las listas y sus integrantes es el principal punto de fricción. Sarrión no está dispuesto a dar su brazo a torcer y reclama que las candidaturas se hagan «desde las bases», lo que echaría por tierra el proceso de primarias ya cerrado en Podemos y que aupó a Pablo Fernández -sin oposición- como candidato de nuevo a la Presidencia de la Junta. «Lo que hemos propuesto es lo mismo que se ha hecho a nivel nacional», argumentó por su parte el líder de la formación morada para hacer valer sus tesis de que, una vez celebradas las primarias, lo que tocaría sería la integración de otras fuerzas.
«Abierta a todos»
Un choque de trenes que no parece que pueda llegar a buen puerto, por más que ambos incidiesen en reiterar su apuesta por un unidad y entendimiento que parece ciencia ficción. Pablo Fernández aseguró desde León que seguirán trabajando «hasta el último día» para intentar una candidatura «amplia, plural y heterogénea», aunque, matizó, es imposible sin voluntad de todas las partes implicadas. Desde el otro lado, Sarrión, que ayer dio un paso para ganar fuerza sellando la confluencia con otro tres partidos de izquierda radical y minoritarios -Partido Castellano (PCAS)-Tierra Comunera, Anticapitalistas y Alternativa Republicana- marcó sus posiciones y dijo que esa candidatura «está abierta a todos» los que acepten el «programa electoral común». De hecho, invitaron a sumarse a «todas las organizaciones a la izquierda del PSOE», con la vista puesta en «reconstruir la izquierda», informa Ep. Un unión, defendió Sarrión, que va «más allá de mayo» y busca «vertebrar» una candidatura única que «rompa los límites de los partidos», configurada «de abajo arriba, y no al revés, como solía hacerse hasta ahora».
Pero, por el momento, Podemos no entra por esa puerta abierta, y su líder en Castilla y León respondió que se han «dejado la piel», han hecho «ímprobos esfuerzos por intentar conformar una candidatura amplia, plural y heterogénea con aspiraciones de gobernar». Y continuarán «hasta el último momento», dijo, «pero también es cierto que no se acuerda sin voluntad política para ello», dijo.
Y, a renglón seguido, puya para con quienes simulan quieren compartir viaje hacia las urnas. «Más allá del ruido y de buscar titulares y noticias, las propuestas son lo más importante, y Podemos ha demostrado que tiene propuestas», defendió ayer el líder de la formación morada en Castilla y León. Además, en el día en el que las cuatro fuerzas minoritarias de izquierda -sólo IU tiene en estos momentos presencia, con un procurador, en las Cortes autonómicas- anunciaron su confluencia, Pablo Fernández destacó que «Podemos busca liderar un proyecto mayoritario y que sea capaz de transformar Castilla y León con medidas que propicien una mejora de la calidad de vida de la ciudadanía», informa Efe.
«Yo respeto los proyectos que pretendan interpelar a una minoría de nuestra sociedad. Nosotros queremos un proyecto mayoritario. Creo que nosotros queremos el proyecto. Y mientras otros están inmersos en negociaciones con Anticapitalistas y con otros partidos políticos, nosotros lo que estamos haciendo es explicar nuestras propuestas a la de toda la comunidad autónoma», defendió el candidato de Podemos.
Entre quienes firmaron ayer esa confluencia de izquierda radical, por parte de los Anticapitalistas, Adela Pascual, ahora procuradora de Podemos junto a Pablo Fernández.
Equo, siete días de consulta
Y mientras Podemos e IU no llegan a un acuerdo, Equo sigue deshojando la margarita. La formación verde ha abierto un consulta telemática a sus afiliados y simpatizantes -del 22 al 28 de marzo- para ver a quién se unen, después de que en la anterior cita unieran su nombre a la candidatura de Izquierda Unida. «No ha sido posible el acuerdo, personalmente estoy muy triste», lamentó en declaraciones a Ical Jorge Casas, de Equo-CyL, quien señaló que la idea de su partido era la unión de Podemos e IU y para ello su partido «ha hecho todo lo posible».