Guillermo Garabito - LA SOMBRA DE MIS PASOS
Irse de España
El Gobierno de Cataluña en realidad tiene la independencia tan cerca como cualquier otro adolescente español que amenaza con marcharse de casa
En España, que hemos salido de la crisis y creamos empleo de calidad según los que gobiernan, la única forma de independizarse es a la catalana. Esto es, con un pisito ya pagado y la casa amueblada. Así cualquiera dice que se va. Pero el Gobierno de Cataluña en realidad tiene la independencia tan cerca como cualquier otro adolescente español que amenaza con marcharse de casa. Con la ventaja de que Rajoy más que padre es abuelo y va lento. Una cachaza propia de quien pasa despacio las páginas por la vista cansada. Y para suerte de Puigdemont el artículo 155 cae al final de la Constitución.
Independizarse es una cosa con la que se amenaza para ensanchar el territorio en toda casa, más en lo moral que lo físico. Pero independizarse supone empezar de cero con lo propio. Una verdad universal. Aunque a veces hay que recordarlo, como hacía esta semana la Asociación Salvar el Archivo de Salamanca, señalando que Cataluña todavía le debe a la ciudad del Tormes documentos de aquellos afamados de cuando a Zapatero le dio por empezar a dividir españoles.
He amenazado con independizarme tantas veces que la próxima vez, para que me crean, me tocará convocar a los medios extranjeros en el pasillo de casa e ir a comprar urnas a los chinos. Pero como intentar independizarse con amenazas siempre es más bien una bravuconada con más vocación de circo que de efectividad, ya salió Puigdemont a dar el mensaje de Navidad en octubre. Pidió mediaciones que rebajen una tensión que se le ha ido de las manos. Aunque no haga falta ninguna mediación sino llevarle al banquillo de una vez por sedición junto a otros tantos. Toda la duda es si los sublevados -como el resto de jóvenes- de lograr la independencia, volverán a comer los domingos con el tupper bajo del brazo. Sobre todo para tener con que pagar las pensiones y la sanidad al menos hasta domingo siguiente.