De inmigrante de Eritrea a héroe del Pisuerga: «Sólo pensaba en salvarle la vida»
El joven de 22 años se lanzó al río vallisoletano para rescatar a un hombre que se había arrojado a sus aguas.
«No tenía miedo. Sólo pensaba en salvarle la vida. Estaba muerto en el río. En mi cabeza no había otra cosa» recuerda Sied Muhamed , un joven de 22 años que salió de Eritrea con 14 y que se ha convertido en el héroe de Valladolid al salvar la vida de un hombre de 24 años que el lunes se tiró a las aguas del Pisuerga. Esa noche, sobre las 22 horas, se encontraba junto al puente de la Condesa Eylo, en el barrio de la Rondilla, cuando escuchó los gritos de una mujer que alertaban de que una persona se había tirado al agua. Muhamed no lo pensó dos veces y se lanzó a las frías y revueltas aguas de un río que, en la oscuridad, asusta aún más.
La feliz casualidad quiso que dos policías locales, que acababan de finalizar el servicio, pasasen en ese momento por el lugar y pidiesen refuerzos. Una vez recuperada la víctima, hicieron las maniobras de reanimación porque ya estaba inconsciente. Hoy se recupera en un centro hospitalario, aunque su vida no corre peligro.
«Lo que ha hecho este muchacho es increíble», asegura Julio César Gómez , uno de los agentes que presenció el rescate. «El Pisuerga es muy peligroso y complicado y el chico ya se había hundido así que si Muhamed no le saca hubiera sido imposible salvarlo». Recuerda, además, cómo cuando consiguió sacarle del agua «a los dos minutos desapareció y no le pidimos dar una manta y atenderle». Es más, durante unas horas fue un «héroe anónimo» hasta que pudo ser identificado. Conmovido por lo sucedido, el policía local asegura que «en 22 años en la plantilla no he visto algo así, con ese coraje».
Pero Muhamed ayer parecía más asustado por la repercusión social y mediática de su acción que por el propio hecho de tirarse al río. Este miércoles, e l Ayuntamiento de Valladolid, con su alcalde Óscar Puente a la cabeza, quiso rendirle un sencillo homenaje. En el salón de recepciones del cosistorio, donde estuvo acompañado por algunos de sus compañeros del albergue municipal en el que reside, relató cómo al ver al chico en el río se lanzó en su auxilio: «En mi cabeza no había más» .
Un arrojo que tiene mucho que ver con su historia de vida cuando con sólo 14 años abandono Eritrea en una patera y cruzó el Mediterráneo huyendo de la guerra y un futuro desolador . Fue rescatado por Cruz Roja y después de no pocos sufrimientos llegó a Valladolid con 17 años como un 'Mena' (Menor Extranjero no Acompañado) por lo que permaneció en un centro de servicios sociales de la ciudad. Con la mayoría de edad consiguió el permiso de residencia y de trabajo, vigente hasta 2026, y así puede dedicarse a labores agrícolas de forma esporádica. De hecho, en la actualidad está sin empleo y reside en el albergue municipal . Precisamente, un altercado en estas instalaciones, al que los servicios sociales del Ayuntamiento han restado importancia, le llevó durante algún tiempo a la cárcel. Hoy, este joven de Eritrea lo único que reclama es un trabajo porque «he venido aquí para hacer las cosas bien y ayudar a mi familia», que continúa en el país africano.
La primera oferta de empleo
Sus deseos se hicieron realidad porque dos horas después del reconocimiento, la empresa Isolagua, con sede en Zaratán (Valladolid) y dedicada al desarrollo de la energía solar fotovoltaica, se puso en contacto con el Ayuntamiento para ofrecer empleo al joven.
El alcalde de Valladolid, el socialista Óscar Puente, ensalzó la «heroicidad» del muchacho que fue ‘Mena’ y que, a su juicio, demuestra que «no todos son delincuentes sino seres humanos que merecen nuestra ayuda y que se les acoja». «Hay que poner el acento en los aspectos positivos de la inmigración, esas son nuestras políticas», señaló. Para el joven ha pedido «echarle una mano porque merece una oportunidad» . «Hay que aprovechar a esta persona con este arrojo», concluyó.