Luis Jaramillo - Punto de vista
Incógnitas por despejar
«La novedad de la Junta Directiva del PP fue la referencia expresa a los próximos congresos y a lo que deben significar: renovación, juventud y garra»
La Junta Directiva del PP el pasado viernes denotaba cierto pesimismo entre los cuadros del PP que, aunque respaldaron al líder en todo momento, dudaban de que Rajoy pudiera repetir un segundo mandato. Por lo que allí se comentaba, lo preferido es que se repitan elecciones para ver si se podía conseguir unos cuantos escaños más para que el PP fuera el partido indiscutible. No hubo grandes ni novedosos mensajes, tal vez fue la primera vez que Rajoy habló siempre en tercera persona: el PP es quien tiene que gobernar, cualquier opción debe pasar por el PP, esta formación es la que tiene las soluciones... No hubo referencias a que todo pasara por él, sí por el partido. Tampoco sé si en el enigmático Rajoy eso era una clave.
Juan Vicente Herrera cerró filas sin fisuras, dejando a un lado las muchas diferencias de la pasada legislatura con su Gobierno. Ni una sola mención, solo respaldo y muestras de cariño. La novedad fue la referencia expresa a los próximos congresos y a lo que deben significar: renovación, juventud y garra para que el PP siga siendo un partido fuerte. A pesar de que algunos miembros del partido han querido quitar carga al mensaje, lo cierto es que todos los analistas ven en las palabras de Herrera un aviso de cara al próximo Congreso Regional, en el que él podría no presentarse a la reelección. Es pronto, pero es un mensaje. Es cierto que el momento en que se produce baja el calado del mismo, porque el PP nacional está en una encrucijada muy difícil y de su salida va a depender el futuro del partido. ¿Gobernará el PP? ¿Habrá nuevas elecciones? En estas dos preguntas está la clave para el PP nacional y de su respuesta dependerá lo que pase en Castilla y León. La partida está en juego y muy abierta.