Sociedad
El imperio que rompió una familia
Cinco de los siete hijos de David Álvarez han litigiado durante años por el control de la compañía
El imperio empresarial que en silencio y poco a poco levantó David Álvarez ha acabado siendo pasto de tribunales y de titulares de prensa más de color rosa que salmón. Desde 2010, cinco de los siete hijos del empresario leonés fallecido —Marta, Elvira, Juan Carlos, Emilio y Pablo— tratan de hacerse con el control de El Enebro (Vega Sicilia y Valles del Esla), del que poseen el 67% del accionariado, cuyo usufruto es el motivo de la disputa.
El conflicto comenzó después de que el patriarca destituyese como consejero a su hijo Pablo, lo que motivó que éste, con el apoyo de cuatro de sus hermanos, desalojara posteriormente a su padre y a los otros dos (David y María José) del Consejo de Administración.
A partir de ahí, juicios y más juicios hasta llegar a la última sentencia del Supremo que reconoció a David Álvarez el usufructo sobre la compañía. Sin embargo poco después, el hijo alineado con el empresario vendió a sus hermanos un paquete accionarial que permitió a estos hacerse con el control de El Enebro.
Con la muerte del fundador se puede abrir un nuevo capítulo de desavenencias familiares con el testamento en el horizonte más próximo.