Ignacio Miranda - Por mi vereda

Hyalomma entre nosotros

Hyalomma ABC

IGNACIO MIRANDA

Las largas semanas de confinamiento tenían que pasarnos factura emocional, con alguna secuela psicológica pasajera o crónica, y hete aquí que la cosa ha ido por visiones alucinógenas de reptiles. Entre la desescalá y la normalité, nos encontramos con un biólogo molecular y un policía municipal, junto a otros testigos, que aseguran haber visto un cocodrilo por las aguas del Pisuerga a su paso por Simancas. Podía haber sido una aparición mariana o del Sagrado Corazón de Jesús, que llega la fecha, pero como ya nos dejó Pitita Ridruejo y la agenda podemita es claramente descreída, mejor así, sin connotaciones religiosas, como una actualización de las fábulas del bestiario y siempre en defensa de los derechos de los animales, la dieta vegana y tal.

El surrealismo llega a tal extremo que mañana puede salir cualquier ciudadano afirmando que observó por allí una manada de ñus, en plan río Mara. Porque los agentes medioambientales, que piden saber el coste de un dispositivo de drones, cámaras térmicas y cebos en el que han sido marginados, lo conocen bien: ojo con desvarío del imaginario colectivo en esta materia. Mucho más serio que el presunto caimán es la presencia de garrapatas del género Hyalomma entre nosotros. Suena a nombre de discoteca de Ibiza, pero no. Engaña. Esta variedad del odiado ácaro habita en zonas situadas hasta los 50 grados de latitud norte y, como consecuencia del cambio climático, es cada vez más habitual en la Península Ibérica. Su picadura puede causar la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, que tampoco se trata de una guerra descolonizadora aunque lo evoque, sino una enfermedad infecciosa seria que mantiene hospitalizado y aislado a un hombre de mediana edad en Salamanca, y a personas de su entorno en observación.

La picadura se produjo en unos pinares de la provincia en mayo, justo cuando la actividad del insecto por el campo aumenta notablemente. En España ha habido varios casos desde 2016. El más reciente, en 2018, se saldó con la muerte de un cazador abulense que estuvo unas semanas antes una batida de caza en Badajoz, víctima también de la citada garrapata. El virus produce un cuadro de fiebre brusca, mareos y dolor de cabeza, y se pasa en días a un estado hemorrágico de hematomas y sangrados, que exige rápida atención hospitalaria. Al agravarse puede afectar al hígado y los riñones. Los consejos son muy elementales: cubrirse piernas y brazos en zonas de broza, no sentarse sobre vegetación, usar repelente y llevar ropa clara, para detectar enseguida al bichito. Ahora se fabrican unos calcetines que ahuyentan tanto a este ectoparásito como al mosquito, y duran un montón de lavados. ¡Toma ya!

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