Igea muestra sus cartas al centrar el ataque en Mañueco y apenas criticar a Tudanca
El popular ataca al socialista, a quien ve un «riesgo» como «discípulo» del sanchismo en Castilla y León
Igea dirige las críticas a Mañueco y evita la censura directa a Tudanca como posible aliado en un pacto
Con el as escondido en la manga salió ayer de nuevo del debate el candidato de Ciudadanos a la Presiencia de la Junta de Castilla y León, Fransico Igea, quien sigue sin mostrar sus cartas claramente sobre con quién pactará tras las elecciones autónomicas del próximo 26 de mayo, por más que todo apunte a que la formación naranja será clave para decidir la formación del próximo gobierno. Ni siquiera ante la pregunta directa del popular Alfonso Fernández Mañueco de si será el «Caballo de Troya» del «sanchismo» para que el PSOE en Castilla y León, Igea se pronunció claramente. Se agarró a su confianza en la victoria para zafarse de la cuestión. Eso sí, si por gestos en forma de declaraciones se puede intuir algo de por dónde camina su jugada, lo cierto es que asió y sacudió con fuerza el látigo de las críticas contra Mañueco, que en general fue el objetivo de todos.
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«Vamos a ser garantía de que habrá cambio de verdad y no cambio de un color a otro», respondió Igea ya en la segunda ocasión en la que Mañueco le había interpelado, y convencido de que «no salimos a pactar con nadie. Salimos a ganar». «No cambiamos el clientelismo azul por el rojo», argumentó el candidato de Ciudadanos, quien durante las casi dos horas de debate fustigó con fuerza al PP y a Fernández Mañueco especialmente en las cuatro materias sobre la mesa: despoblación, economía y empleo, fiscalidad y regeneración democrática. Mientras, escasas fueron las críticas al PSOE se limitaron al nivel nacional y se expandieron al conjunto de la «izquierda» por cuestiones de fiscalidad.
Diferencia
Casi a la vez que a nivel nacional de Ciudadanos, Albert Rivera, mostraba ayer en Ávila su mayor posibilidad de entendimiento con el PP que con el PSOE, en Castilla y León, Igea intentó marcar distancias claras y captar votos del caladero popular , pues fue ahí donde dirigió sus dardos, incluso en su valoración posterior, donde dejó claro que «el PP no oferecer renovación alguna». A Podemos casi le obvió y a Tudanca directamente tampoco le replicó.
Ser el partido que en los últimos tres decenios ha ostententado el Gobierno de Castilla y León, por más que Fernández Mañueco debute en estas elecciones como candidato en sustitió de Juan Vicente Herrera, hacía prever que el PP iba a ser el foco contra el que se dirigieran los reproches en este primer cara a cara «histórico» como coincidieron en calificar los cuatro candidatos la cita. Y el guión se cumplió y contra el popular fueron uno tras otro, de principio a fin . Claro que Mañueco no permeneció callado. Y repartió también para todos, especialmente al PSOE y el «riesgo» que supone el «discípulo» de Pedro Sánchez, Luis Tudanca, en Castilla y León.
Con orgullo, Fernández Mañueco defendió que es del PP «desde los 18 años». «Mucho tiempo», reconoció, pero con un proyecto «renovado», respondió el popular tras escuchar que es el «colmo de la sorpresa» que lo diga tras haber «sido de todo» en su trayectoria política. «Lecciones las justas» respondió Fernández Mañueco a quien hoy es el candidato de Cs después de que en «en quince años» haya pasado por «tres fuerzas políticas», le recordó.
Más interrupciones
Fue en el último de los cuatro bloques en los que se estructuró el debate, el de regeneración democrática, en el que el tono entre los cuatro subió algo más tras mantener bastante las formas y respetarse el turno en los tres anteriores. Interrupciones más frecuentes y temperatura más caldeada en el tú a tú de Mañueco e Igea, con Pablo Fernández también crítico y un Luis Tudanca a quien incluso le sobraron diez segundos en este bloque.
Agarrado a la victoria del PSOE en las elecciones generales del pasado 28 de abril que también ha supuesto un vuelco en Castilla y León por primera vez en 33 años se mostró el candidato socialista, aferrado a es «cambio» posible. A Podemos le dijo claramente que deben ser aliados y a Ciudadanos no le criticó. Guante blanco por la necesidad futura de pactos en esa victoria que anhela y carga contra el PP. «No tienen credibilidad, no saben qué hacer y por eso improvisan», le reprochó el socialista a Mañueco en el bloque sobre despoblación y desarrollo rural, con el que se abrió el debate. Un problema capital, coincidieron los cuatro, aunque con diferente visión.
Moderación
Pablo Fernández, tras la estrategia del líder nacional de Podemos, Pablo Iglesias, optó por la moderación. Con reproches y críticas, sí, sobre todo también al PP, pero centrado en las propuestas. Sosegado como nunca, el más airado en los debates parlamentarios, fue el más calmado ayer en este primer debate, a doce días de cita con las urnas, en el que los candidatos de los cuatro partidos con grupo en las Cortes confrontaron ideas y propuestas de cara a arañar votos en las elecciones más abiertas e inciertas en Castilla y León en los últimos años.