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Iberdrola: Redes inteligentes y calidad en el suministro, el binomio perfecto
La digitalización y la automatización de la red de distribución eléctrica, así como los nuevos desarrollos que despliega i-DE, la compañía distribuidora de Iberdrola, van orientados a promover una mayor fiabilidad y calidad del suministro
El sistema eléctrico atraviesa una transformación sin precedentes, en la que la tecnología y la innovación están modificando el modelo de negocio. Los cambios vienen impulsados por varias tendencias claves como son la digitalización del sector eléctrico -tanto de la red como del consumidor-, la electrificación de grandes sectores de la economía, la conectividad del cliente y el aumento de la penetración de fuentes de energía renovables. En este proceso de transición energética, las redes son el sistema circulatorio del nuevo modelo y la plataforma necesaria para la transición hacia una economía descarbonizada, que favorezca la integración de más renovables, así como la movilidad sostenible, las ciudades inteligentes y el consumo descentralizado, mediante el uso de redes inteligentes.
De esta forma se responde también a las nuevas tendencias en la relación con el usuario, que demanda productos y servicios más personalizados y una gestión más activa de cómo y cuándo consumir electricidad. La digitalización y la automatización de la red de distribución eléctrica, así como los nuevos desarrollos que despliega i-DE, la compañía distribuidora de Iberdrola, van orientados a promover una mayor fiabilidad y calidad del suministro de la red, así como una atención más personalizada al cliente, que demanda en la actualidad más información para una gestión más eficiente y responsable de sus consumos.
Tipo de tarifa
Las redes inteligentes emplean la telegestión, a través de la que el consumidor de electricidad puede conocer en tiempo real sus curvas de consumo, así como la demanda de potencia máxima, entre otros muchos datos, o la forma en la que se distribuye el consumo de energía eléctrica, lo que le va a permitir hacer un uso más eficiente de la electricidad, al decidir el tipo de tarifa que se adapta mejor a su perfil y modo de vida.
El área de distribución de Iberdrola ha destinado 2.000 millones de euros en la digitalización de las redes eléctricas que opera, con la instalación de casi once millones de contadores digitales y la infraestructura que los soporta y la adaptación de alrededor de 90.000 centros de transformación en España, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización.
Este proyecto, uno de los más avanzados del mundo, se está convirtiendo en motor para la innovación tecnológica y posiciona a la industria nacional, gracias a la colaboración entre empresas eléctricas y fabricantes, como referente internacional de soluciones digitales escalables a otros países.
La digitalización no solo ofrece oportunidades al cliente, sino también al sistema eléctrico, ya que las compañías pueden supervisar y detectar anomalías en tiempo real. Esta valiosa información permite que la energía circule de manera más eficiente y mejore la calidad del suministro, al disminuir las incidencias y su duración.En 2018, de hecho, hay que destacar un dato: la calidad de suministro proporcionada por la distribuidora de Iberdrola a sus clientes registró el mejor índice de su historia y fue un 37% mejor que la de hace un año. I-DE dispone de una de las redes más digitalizadas, con mejor calidad de servicio y más eficientes de Europa, y es la que mayor número de instalaciones de generación distribuida tiene conectadas a sus redes en España.
Transformación digital
La transformación digital es una parte esencial de esta contribución de Iberdrola, que ha concluido en 2018 el proceso de digitalización de su red de distribución, con la instalación de más de 1,5 millones de contadores digitales en Castilla y León junto a la infraestructura que los soporta, y la adaptación de más de 15.300 centros de transformación, a los que ha incorporado capacidades de telegestión, supervisión y automatización. La inversión de Iberdrola en esta iniciativa en la región ha alcanzado los 180 millones de euros.
