Artes&Letras / Fotografía
Historias singulares delante y detrás de la cámara
La exposición al aire libre «50 fotografías con historia» resume en Soria 80 años de imágenes, en una selección que incluye media docena de autores de Castilla y León o vinculados a la Comunidad
Decía Ramón Masats en la inauguración de una exposición en Valladolid hace ya 17 años que ante un instante especial, cámara en mano, el corazón le hacía «un clic». Que nunca se había encontrado «por casualidad» en el laboratorio con una buena fotografía. El autor, que puso imagen a las Viejas historias de Castilla la Vieja de Miguel Delibes, sintió esa corazonada ante unos seminaristas que jugaban al fútbol con sotana en Madrid. Esa instantánea es probablemente la más conocida de toda su carrera, un particular gol en su catálogo. Es también la portada del libro «50 fotografías con historia», publicado por Signo Editores hace tres años y que dio pie a la exposición homónima que estos días puede verse en Soria.
La muestra instalada al aire libre, entre las plazas de las Mujeres y del Olivo (hasta el 10 de septiembre), encierra, como reza el subtítulo, «Una mirada a la historia de la fotografía en España de los últimos 80 años». Muchas forman parte ya de la memoria colectiva de este país y quizá sus autores sintieron al hacerlas ese «clic» del que habla Masats.
García-Alix, Marisa Flórez, Castro Prieto o Ángel Marcos figuran entre los autores elegidos
En todo caso, todas tienen detrás su propia historia, a la que alude el hilo conductor de la exposición. Oportunidad, suerte, intuición, paciencia... En un acto con Manuel Fraga en Sevilla durante la campaña electoral de 1982, Pablo Juliá esperó diez minutos de rodillas a que el político hiciese el gesto que buscaba para su fotografía. Fraga recogió de la mesa los periódicos que llevaba y dejó ante cámara un mensaje insólito en sus manos: el «Vota PSOE» impreso en grandes caracteres en un anuncio. La sorprendente estampa es otra de las elegidas de la exposición organizada por Acción Cultural Española y el Ayuntamiento de Soria.
La historia de la fotografía española que compone el medio centenar de imágenes de otros tantos fotógrafos arranca con dos conocidas instantáneas de la Guerra Civil: los guardias de asalto tras una improvisada barricada de caballos muertos en una calle de Barcelona, de Agustí Centelles, y el fotógrafo minutero retratando a un grupo de soldados republicanos entre escombros, de Martín Santos Yubero. La primera, aunque fue «una recreación», llegó a ser portada de la revista neoyorkina Newsweek; la segunda plasma el dramatismo de la guerra en contraste con la sonrisa de los milicianos, recuerda el comisario adjunto de la exposición, Gonzalo Revidiego.
Continúa con los autores de la posguerra, como Masats o Ricard Terré; los «cronistas de la Transición» Juliá o Marisa Flórez; exponentes del documentalismo. como Cristina García Rodero o José Manuel Navia, para desembocar en las últimas propuestas de Cristina de Middel o Matías Costa.
La muestra responde a tres objetivos: reunir «a los grandes nombres» -ahí están también Toni Catany, Foncuberta, Maspons, Pérez Siquier, Colom, Chema Madoz...-, «que la historia detrás de la fotografía tuviese interés» y que las obras ilustrasen «el desarrollo» del género en España. A partir de ahí, se buscaba a un público no profesional, a esos paseantes jóvenes, familias, mayores... que se paran ante unas imágenes que captan su interés y se quedan a leer las cartelas, celebra Gonzalo Revidiego.
La selección incluye media docena de autores castellanos y leoneses o vinculados a la Comunidad.
El fotógrafo madrileño de ascendencia salmantina José Manuel Castro Prieto, Premio Nacional de Fotografía 2015, aporta una de sus fotografías peruanas, «Boda en Taquile» (2000). Pero la muestra informa de uno de los proyectos señalados de su trayectoria, el desarrollado en torno a Cespedosa de Tormes, su pueblo de origen, al que considera «el motor» que le ha impulsado a hacer fotografías, como reconocía en una entrevista en este periódico.
Una de esas instantáneas simbólicas de la Transición, de la Pasionaria y Rafael Alberti en el hemiciclo del Congreso, marca otro de los hitos de «50 imágenes con historia». La firma una las primeras mujeres fotoperiodistas de España, la leonesa Marisa Flórez.
«Autorretrato con cuerpo herido» (1981) sirve de ejemplo al personal mundo creativo del también leonés Alberto García-Alix, Premio Nacional de Fotografía 1999, que en este caso dejó testimonio de la agresión de un grupo ultraderechista en una discoteca madrileña, según ha contado él mismo.
También galardonada con el Nacional de Fotografía (2005), la madrileña descendiente de León Ouka Leele forma parte de la muestra con «Rapelle-toi, Bárbara» (1987), una de sus singulares escenografías de ambientación madrileña pintada en acuarela sobre fotografía.
«La mar negra 11» (2006) del vallisoletano Ángel Marcos remite a uno de los proyectos temáticos del medinense, el realizado sobre la migración entre África y Canarias.
El palentino de Barruelo de Santullán Luis Castelo representa la experimentación. Su obra «Ajaia ajaja» (2007) ilustra su trabajo fotográfico con escáneres sobre animales muertos y disecados, como parte de un discurso expositivo que recorre la evolución y el empleo de distintas técnicas en la fotografía española.