Herrera defiende con datos su gestión y la oposición carga por la despoblación
El presidente advierte de que aún le restan «muchos meses» de legislatura y llama al trabajo común en los retos
Último Debate sobre el Estado de la Comunidad de la legislatura y también para el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, el vivido este pasado miércoles. Pero mucho más que un repaso a estos tres años, especialmente para la oposición, que se afanó en convertir la sesión en toda una suerte de examen final a los 17 años de mandato del jefe del Ejecutivo. De ahí que fuese algo más que ese tradicional Debate de Política General con el que se cierra el periodo de sesiones antes del receso estival.
El de ayer fue el último gran cara a cara de Herrera con los portavoces del resto de grupos antes de despedirse del Gobierno en 2019. Y éstos lo aprovecharon para hacer un repaso a más de cinco lustros de mandato de Herrera, con las críticas por la pérdida de población como principal argumento de un dibujo negro de la Comunidad, la vista puesta en las urnas y jalonado por más de un elogio personal al presidente. Prácticamente el único parabién reconocido al Ejecutivo popular. Eso sí, sobre todo por parte de los portavoces de PSOE, Luis Tudanca, y Podemos, Pablo Fernández, mientras que el de Ciudadanos, Luis Fuentes, quien permitió la investidura de Herrera, fue el más crítico. «¡Déjeme morir en paz políticamente, señor Fuentes!», le reprochó airado el presidente, tras escuchar cómo el procurador de la formación naranja le acusó de ser una «figura incapaz de ejercer un liderazgo firme», «vivir de espaldas» a la realidad o «alejar a su Gobierno de la honestidad y la regeneración».
Aunque el jefe del Ejecutivo ciñó su discurso inicial a hacer un repaso a los últimos tres años, con la vista puesta también en los «problemas y retos» del futuro, así como las «fortalezas y oportunidades» de la Comunidad, en el debate vespertino, llevado por las intervenciones de los portavoces del resto de grupos, extendió el repaso a esos 17 años. Eso sí, dejó claro que aún no se va, y que queda tiempo por delante para el definitivo adiós. «Quizá esos buenos deseos son un poco precipitados porque quedan muchos meses de legislatura», respondió al portavoz socialista, quien, entre todo un rosario de críticas, quiso agradecer a Herrera «sus servicios a nuestra Castilla y León». «Las diferencias son obvias, las discrepancias han sido grandes, incluso ácidas en ocasiones, pero usted ha dedicado gran parte de su vida a trabajar por esta tierra y para mí eso es un mérito indiscutible», le halagó Tudanca.
«Ilusión y compromiso»
«Yo trabajaré hasta el último día», subrayó Herrera, quien reconoció que «por supuesto que no» lo hace como cuando llegó al Colegio de la Asunción en marzo de 2001, pues ha pasado el tiempo -17 años y tres meses que «a usted (Tudanca) se le ha hecho largo, y a mí, también- a la vez que ha ganado con él «experiencia». Unas tablas, aliñadas con su habilidad y dotes de orador parlamentario que hasta el portavoz de Podemos halagó y aseguró que echará de menos y decenas de papeles, que el presidente de la Junta utilizó para intentar desmontar las críticas de una oposición que hizo de la pérdida de población el principal argumento de críticas al Gobierno popular.
«Aquí hay ilusión, impulso, amor y compromiso», recalcó Herrera, además de negar que sea un «gobierno agonizante» y «fin de ciclo», como se empeñó en dibujar el portavoz socialista. Y es que, en un discurso plagado de coletillas y frases repetidas, Tudanca, quien se esforzó especialmente en defender también al Gobierno de Pedro Sánchez, se afanó en censurar a los populares y erigirse él como alternativa. «Yo sí creo en Castilla y León», repitió una y otra vez para contraponerlo a ese doble «final» en el que, según el portavoz socialista, confluyen la conclusión de los 17 años de mandato de Herrera y el «final de toda una época decadente que agoniza, la de 30 años de gobierno del Partido Popular en esta tierra; una época que está a punto de terminar».
Y es que la clave electoral, a menos de un año vista con las urnas, fue otra de las teclas que sonaron ayer el hemiciclo de las Cortes. Tanto por parte del PSOE, que ve en 2019 el año en el sueña con recuperar el poder en Castilla y León; como de Podemos, que defendió que «se acabó la resignación en esta tierra», y Ciudadanos, cuyo portavoz, quien más miró hacia esas urnas, afirmó que «estamos preparados para liderar ese cambio a mejor».
Duelo con Fuentes
«No me jubile usted anticipadamente y, sobre todo, no me jubile con una oración funeraria», reclamó a Fuentes en un cara a cara muy encendido, en el que el presidente ironizó con que el portavoz de Cs, tras pasar por diferentes formaciones y ser un «infiel político», se erija en «adalid de la nueva política». «Si tan malos somos y tan deshonestos somos, no me explicó» su apoyo a diferentes proyectos, le reprochó también Herrera, para quien esto «no se compadece» con las «críticas» recibidas quizá en la intervención más dura con el presidente.
Otra ocasión que el jefe del Ejecutivo regional aprovechó para dejar claro que aún resta legislatura por delante y él seguirá al frente. De hecho, en su intervención inicial Herrera llamó a «todos» a trabajar en las «muchas cosas que podemos mejorar». Lo hizo tras exponer los «principales problemas y retos», así como las «grandes fortalezas y oportunidades». Armado de numerosos datos, destacó el Diálogo Social, clave también para el crecimiento del PIB, la recuperación del empleo, con que éste sea «de calidad» como «prioridad», la mejora de la industria o de las exportaciones, el apoyo a la agricultura, el pilar que supone también el turismo o el «fortalecimiento» de la sanidad, una de las políticas más criticadas a lo largo de este año.
Entre esos «importantes y complejos problemas y retos» para cuyo abordaje vio «muy trascendentales las críticas, aportaciones y alternativas» de los grupos, situó precisamente la lucha contra la despoblación, además de la ordenación del territorio, para cuya culminación apeló especialmente al apoyo del PSOE, y el futuro del medio rural.
Datos «muy negativos»
Y fue sobre todo en el primero de los puntos en los que se centró el debate. Ni uno solo de los portavoces dejó escapar la ocasión para censurar las políticas «fracasadas» de la Junta en esta materia. Un asunto que, como reconoció Herrera, arroja «datos muy negativos» y por el que se han puesto en marchas medidas que «eran necesarias y acertadas». Aunque, reprochó, no siempre con el apoyo del resto. «Por desgracia no siempre hemos tenido la inteligencia o la habilidad de conseguir» ese respaldo, reconoció el presidente, quien especialmente afeó a Tudanca esa falta de apoyo. «Nos hemos sentido absolutamente solos. Su aportación ha sido nula», recriminó al portavoz socialista a la vez que le recordó que sí ha unido fuerzas con otros gobiernos del PSOE como el de Aragón y Asturias.
Y es que Tudanca centró buena parte de su intervención en fustigar con este problema a Herrera, a quien responsabilizó personalmente de haber «estado a punto de hacernos perder la guerra del presente y del futuro». Como la «mayor mácula» calificó este problema Pablo Fernández, quien acusó al PP de que «en echar a la gente de su tierra no tienen ustedes parangón». «Son ustedes a la población, lo que las plagas al campo», espetó Pablo Fernández, quien, en un discurso en el que hizo recopilación de citas y frases propias, plantó un plan de apoyo a medio rural. Y no menos duro con el «drama de la despoblación», el portavoz de Ciudadanos. «Castilla y León se muere», clamó Luis Fuentes. También desde el Grupo Mixto alertaron sobre este problema.