Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos
Será por dinero
La pasta de los fondos europeos sirve para comprar voluntades, votos y un poni a los nacionalistas. Suerte que el dinero no sea de nadie
No les veo felices, ni siquiera elegantes. El dinero les cae como un castigo y por eso, creo, están repartiéndolo deprisa. Lo regalan, les quema. No saben qué hacer con él. Dentro de poco se grabarán videos en YouTube repartiéndolo y pasado un tiempo nos enteraremos que no eran desconocidos los que lo recibían, que todos eran amigos los que pasaban por allí. Se creen Cáritas. Están salvando el mundo y a los más desfavorecidos. Las ballenas, el cine, los medios de comunicación, la capa de ozono, el futuro y sobre todo el pasado. Con ese pensamiento consiguen dormir en paz, pero el dinero lo están gastando en lo de siempre: pan para hoy y deudas para mañana.
No tener dinero curte, pero tenerlo es la prueba del algodón, la que demuestra verdaderamente si se tiene carácter. Ellos no lo tienen, sólo tratan de aparentar, de ser… Algún día empezarán a contar las eras que compraron con los billetes a tocateja: «Yo era…». Pasan los días alegres, gastando en reservados, en sitios de moda. Las gambas de Huelva, o más caras si las hay. Será por dinero.
Dan a entender que les sobra la pasta, que tienen más dinero incluso, porque la ostentación no tiene límites. Hay dinero para las fiestas preelectorales de este Gobierno, y para sus amigos. Los sindicatos son ese tipo que te chantajea con aguarte el negocio si no saca tajada de él. Cien millones para que pinten la casa y limpien las alfombras. Ochenta millones más para el cine catalán, el nuevo Hollywood del Penedés. -Todo el sueño del nacionalismo es poder decir que Audrey Hepburn y Gregory Peck estuvieron de vacaciones en Villafranca del Penedés-. Trescientos millones para los socios del PSOE y de Podemos.
Los presupuestos que ha aprobado el Gobierno son una fiesta, Papá Noel, los Reyes Magos y San Valentín. Pero la cuenta la pagamos como siempre los españoles a escote. La pasta de los fondos europeos sirve para comprar voluntades, votos y un poni a los nacionalistas. Suerte que el dinero no sea de nadie. Suerte que está Nadia Calviño que sabe lo que se hacía en Europa.
Qué alegre corre el dinero y el champán en Moncloa. A este ritmo veo a Pedro Sánchez antes de que acabe la legislatura suplicando en televisión: «Si cada español me hiciese un ‘Bizum’ de un euro…». ¡Ay!