Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos

Quedarse en casa

«Qué miedo le tienen algunos a quedarse a solas en casa, que es cuando de verdad se escucha la conciencia…. es mejor arrasar supermercados»

Coronavirus, última hora de la crisis en ABC.es

EP

Me he venido a La Mudarra a pasar la cuarentena y el luto al mismo tiempo. El luto por una España irresponsable, siempre tarde, y por la muerte del último gran humanista que conozco. Aquí, estos días, me dedicaré a las «meditaciones y cavilaciones», como el maestro José Jiménez Lozano. Arriaré mi biblioteca y ondearán mis libros, por el luto, a media asta. Aprovecharé para escribir y para creer en Dios. Me asombraré de la estupidez humana, de la irresponsabilidad que merece la dimisión de Irene Montero y compañía cuando pase esta crisis. De los tontos por ciento –que cantaba Sabina– que pedían ir el domingo a manifestarse en tropel y sin miedo y ahora exigen a los demás que se queden en casa para que no les contagien «el bicho». Me pasmaré con esta España que, mientras Europa va en serio, sigue llenando las terrazas. ¡Que caiga la bolsa, no el consumo de cerveza! Mi amigo Mario, que es bodeguero, me explicó en una ocasión que la situación económica de España y sus perspectivas se miden perfectamente por el consumo de cerveza. Él, las crisis, las intuye contando barriles.

Aprovecharé, también, para desatascar la mesilla de noche de todo lo que tengo por leer. De todos esos libros a los que ya no les quedaban oportunidades, cada día más abajo, de no haber sido por esta pandemia. Trataré de recuperar la fe en el género humano.

Esta sociedad con cargos y carguillos llevándose la contraria, lavándose las manos. Con expertos que sonríen cuando dan la cifra de los muertos como si recitaran un verso de Dámaso Alonso. La gente haciendo lo contrario que han pedido las autoridades. Qué miedo le tienen algunos a quedarse a solas en casa, que es cuando de verdad se escucha la conciencia…. es mejor arrasar supermercados.

España es un país al que le cuesta dejar el odio y la irresponsabilidad de lado. Tarda un mundial, una guerra civil, una dictadura o un mes entero de epidemia, pero qué bonita te pones España cuando, unida, arrimas y andas.

El «Corriere della Sera», en uno de esos editoriales que edifican occidente como «las piedras sagradas / de los templos caídos», publicaba anteayer: «Hace mucho tiempo que aprendimos a vivir sólo de los derechos. Ha llegado el momento de los deberes». Por eso cuando acabe el aislamiento, habrá que exigir responsabilidades a los irresponsables que tenemos en Moncloa. Y a su ego. Pedir que actúe la Justicia contra ellos. Pero sobre todo, hará falta tener memoria: Rendir honores de Estado a los médicos y el personal que estos días se está dejando la piel y el alma mientras a usted, amigo, sólo le piden que se quede en su casa.

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