Guillermo Garabito - LA SOMBRA DE MIS PASOS
El ala oeste de Podemos
Hay jornadas históricas como la del miércoles en Estados Unidos, que en España sirvió para descubrir que los de Podemos también creen en la democracia, pero sólo en la norteamericana por lo visto. Resulta que aquellos que hasta que llegaron al Gobierno pedían tomar el Congreso —porque eran incapaces de ganar unas elecciones—, patear policías y aquellas otras barbaridades antidemocráticas, ahora les parece mal que sigan su ejemplo en Estados Unidos. Qué rápido corren los populismos, esa pandemia silenciosa de la historia. Primero lo intentan en las urnas y si éstas no les dan la razón, se enrabietan y llaman a la revolución.
En España no debería sorprendernos ver el Congreso de Estados Unidos tomado por los bárbaros. Aquí tenemos a los nuestros, que queman contenedores y lanzan adoquines a la policía. Hordas nacionalistas, vándalos que piden moderación.
«Apreteu, apreteu», decía a los suyos estos días Donald Trump. Y la izquierda patria nos quiere vender esto como una barbaridad. Ellos, los mismos que aplaudían mientras lo repetían aquí Torra y Puigdemont y Pablo Iglesias y Monedero, Errejón, Susana Díaz y el PSOE de Pedro Sánchez. Ellos, que quisieron fletar autobuses para rodear el parlamento andaluz y cualquier parlamento donde no les gustara el resultado de las urnas. Porque la democracia sólo es democrática cuando ganan las elecciones, si no los parlamentos se deben tomar, aunque sea a la fuerza.
Y con todo todavía dice Illa –ministro candidato por la gloria de Sánchez– que de lo de Cataluña «todos somos responsables». Yo duermo tranquilo por las noches y espero que el lector también. Lo de Cataluña, con el tiempo, dirá el PSOE que es culpa de Trump porque el socialismo es una máquina de escurrir el bulto y crear discordias. Si cuando acaben con el franquismo no tienen cómo dividir aún más a los españoles yo propongo enemistarnos según nos hayamos puesto la vacuna de «Pfizer» o «Moderna».
En España todo el mundo anda indignado con lo que ocurrió en Estados Unidos. Cuánto nos indigna que la democracia americana se tambalee una tarde mientras aquí llevan socavándola los populistas desde hace años sin piedad.