Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos
Autonomismo inútil
«Ir a a León a decir que uno va a cerrar la Fundación Villalar es populismo. Un populismo de provincias, que es el peor de todos»
Ir a a León a decir que uno va a cerrar la Fundación Villalar es populismo. Un populismo de provincias, que es el peor de todos. Populismo pequeño y sentimental de contenedor ardiendo por dentro. Ir a León a decir algo así es como dar una rueda de prensa en Valladolid para explicar que la ciudad es capital -aunque no haya papeles que lo certifiquen, ni falta que hagan-. Pero allí se plantó Luis Fuentes para afirmar que la Fundación Villalar ha sido incapaz de «crear sentimiento de Comunidad». Por ese mismo razonamiento que cierren las Cortes o la Junta de Castilla y León.
A los políticos les gusta tomar decisiones con tiempo: a un año del V Centenario de la Batalla de Villalar. ¡Bendita tecnocracia! A este paso nos ocurrirá eso tan español de que la efeméride pase inadvertida. Como Cervantes, El Quijote y otras tantas hazañas de esas que en cualquier otro país del mundo matarían o mentirían por incluir en su historia. Y esto lo hace Cs, que se dicen liberales. ¡Liberal fue la revuelta de las comunidades, mire usted! Ya puestos a desaprovechar la oportunidad en la región regalemos a Torra -con un lacito- la historia, que los comuneros eran catalanes e independentistas; revolucionarios de las sonrisas. Fuentes se lió. Debió imaginar que le había hecho presidente de las Cortes la UPL, vive Dios.
No se explica de otra manera. Muchos años costó desradicalizar el 23 de abril, desde que se la adueñó la extrema izquierda cuando apedreaban autobuses y políticos, para que ahora vengan a devolvérsela, y gratis, para quitarse los complejos. A los actos de Fuentes debería de ir Igea y no a las reuniones de Javier Ortega. Dejarle un micrófono está comprobado que es más peligroso que darle presupuesto a Tezanos.
Dijeron en campaña, porque había que regenerar, que iban a suprimir los chiringuitos de la administración. Pero ya se sabe que hacer campaña es una cosa y gobernar, casi siempre, la contraria. Los chiringuitos siguen ahí porque resulta que tienen su utilidad. Y la Fundación Villalar pagará el pato por todas, con la complicidad del PP, siendo la única necesaria. Fuentes vive nervioso. Con el subsuelo que le auguran las encuestas a Cs para los comicios del 10-N lo raro es que no se le trabara la lengua y acabase diciendo que lo que va a cerrar son las Cortes de Castilla y León.