Luis Jaramillo - Punto de vista
Un futuro muy incierto
«El PSOE regional se tiene que empezar a recomponer si no quiere ser fagocitado por otras fuerzas de izquierda. El espectáculo que ofrece es bochornoso»

En la semana en la que ya sabemos que por fin vamos a dejar de tener Gobierno en funciones, el PSOE sigue con las heridas muy abiertas y con la incógnita de qué puede pasar en las próximas semanas. El Comité Federal del fin de semana acordó la abstención en la sesión de investidura de Rajoy, sin que se haya determinado cómo se va a materializar. Parece que el PSC no cumplirá el mandato del Comité, pero aunque habrá zonas donde si se cumpla la norma, la división es evidente y Castilla y León es una muestra muy elocuente de lo que está pasando en toda España.
El secretario autonómico, Luis Tudanca, con el apoyo interno de unos pocos, y el externo del alcalde de Valladolid, ferviente activista del no a Rajoy, se ha quedado muy solo en el aparato con la defensa de las tesis de Pedro Sánchez. La mayoría de los secretarios provinciales, seis, respaldan las tesis de la gestora y algunos, como Juan Luis Gordo, son exigentes en el cumplimiento de la disciplina de partido y proponen que o los diputados siguen el mandato o que entreguen el acta. Aunque Carlos Martínez, el alcalde de Soria, se ha esforzado en separar el actual momento socialista del estado del liderazgo de Luis Tudanca, lo cierto es que su figura sale muy tocada de este episodio y si, como parece, los críticos cuestionarán a su secretaria de Organización y máximo puntal de apoyo, Ana Sánchez, su posición estará muy debilitada y la gestión de su mandato promete ser todo un suplicio.
El PSOE regional se tiene que empezar a recomponer si no quiere ser fagocitado por otras fuerzas de izquierda. El espectáculo que ofrece es bochornoso y el alejamiento de su militancia, evidente. Con esta situación o hay un ejercicio de generosidad y entrega de todos, que no se ve por ningún sitio, o no hay solución en el corto plazo y lo pagarán, todavía más, en las urnas.