La fiera del Espinar y otras «leyendas» que siguen aterrorizando

El libro «El mundo encantado de Castilla y León», editado por el Etnográfico, recoge 34 historias de la tradición local protagonizadas por seres mágicos y criaturas mitológicas

Muchos de estos personajes de aspecto diablesco están vinculados a la tradición carnavalera, como éste de los Hamarramachos de Navalacruz (Ávila) ICAL

ALBERTO FERRERAS

Sabe usted la historia de la fiera del Espinar, una especie de pantera de cinco y medio de largo por cuatro de ancho? ¿Conoce al sanabrés que se convertía en lobo las noches de luna llena y atacó a su propia mujer en Quintanilla del Monte? ¿Le han contado alguna vez la historia de la pastorcilla a la que secuestraron y desnudaron las brujas de Cansoles? ¿Y la del duende que todo lo revolvía en Villahizán de Treviño? Esas son algunas de las 34 leyendas, fábulas y cuentos que durante generaciones se han transmitido a través de la tradición oral o escrita en distintos lugares de Castilla y León y que ahora se recopilan en el libro «El mundo encantado de Castilla y León».

La publicación documenta algunos casos muy populares en el ámbito local y otros apenas conocidos que tienen como denominador común el estar protagonizados por seres mágicos y criaturas míticas de distintos puntos de la Comunidad. El libro, escrito por el investigador leonés Jesús Callejo e ilustrado por el salmantino Tomás Hijo, contiene narraciones con un punto terrorífico, como la de la comitiva de la Huéspeda de Ánimas que en León busca llevarse almas al Más Allá o los fenómenos ufológicos de las columnas de fuego y el «fantasmón aéreo» observados por el astrónomo y matemático salmantino Torres Villarroel en el siglo XVIII.

También tienen cabida espíritus buenos como Zequiel, que en el siglo XVI llevó al médico Eugenio Torralba de Valladolid a Roma en una hora y media y cuya leyenda también se menciona en El Quijote. Entre las páginas de esta publicación editada por el Museo Etnográfico de Castilla y León se pueden descubrir igualmente gigantes como el tío Sartén, al que se atribuye la colocación del monolito de Peña del Mirón, y fantasmas como Magalia, cuyo espíritu deambula por las estancias del castillo de las Navas del Marqués.

El salmantino Tomás Hijo se ha encargado de las ilustraciones

A lo largo de sus 120 páginas, y con un cuidado equilibrio territorial, el libro describe además relatos de seres acuáticos, demonios, cíclopes, ninfas o enmascarados. Todo ello de forma amena, con dibujos que ponen forma y color a los personajes descritos, de los que puede profundizarse en su conocimiento a través de una extensa bibliografía recogida al final de la publicación.

Jesús Callejo, que ha escrito una treintena de libros sobre tradiciones, leyendas y costumbres relacionadas con seres míticos y lugares mágicos, explica que los protagonistas de las historias de «El mundo encantado de Castilla y León» pueden agruparse, según su origen, en seres fantasmales, brujeriles y diabólicos, animalescos, espíritus de la naturaleza, cocos y asustaniños, personajes gigantescos y festivos. Con este trabajo ha intentado hacer una pequeña recapitulación que fuera representativa de los muchos personajes fantásticos que se describen en leyendas, cuentos, tradiciones y supersticiones.

En cada zona predominan un tipo de criaturas míticas, destacando la abundancia de seres mitológicos en León, mientras que en Burgos, por ejemplo, predominan los duendes y trasgos. La orografía también tiene su influencia, ya que son las zonas en las que hay más cuevas y montañas en las que hay más abundancia de historias protagonizadas por criaturas extrañas y seres míticos, según expone Jesús Callejo.

En el pasado, la existencia de esos seres que hoy se asocian al mundo de la fantasía llegaba a tenerse por cierta hasta el punto de que, como curiosidad, en el siglo XVII existía la posibilidad de declarar como vicio oculto tras la compra de una casa la presencia en ella de un espíritu burlón, detalla el autor de los textos del libro.

Geografía plagada de gigantes, dragones y brujas

El ilustrador salmantino Tomás Hijo ha sido el encargado de dibujar a los protagonistas de estas historias e incluso ha colocado a buena parte de ellos en un particular mapa de Castilla y León en el que los puntos de referencia son los seres mitológicos de la Comunidad. El grabado en linéleo con el mapa de los seres mágicos y las criaturas míticas de Castilla y León aparece reproducido en las primeras páginas del libro y ha sido editado también en formato póster por el Museo Etnográfico de Castilla y León. A través de él se descubre una particular geografía autonómica plagada de gigantes, dragones y alicornios, brujas y duendes, diablos, espíritus de las tormentas, cocos y seres llegados de otros mundo

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