Artes&Letras
Feliz experimentación
El Musac dedica una gran exposición a la poesía experimental con un espacio específico dedicado al autor vallisoletano Francisco Pino
El sábado 21, con asistencia masiva de público que abarrotó el aforo del Musac, se inauguró en León la que podemos considerar como la primera gran exposición sobre poesía experimental española en un museo de arte contemporáneo. La muestra se distribuye en dos espacios definidos: el dedicado, tan especial y justamente, a Francisco Pino bajo el título «Una realidad tan nada» (sala 1), y el que engloba a una serie de poetas capitales, con la etiqueta de «Constelaciones», que han formalizado la vanguardia hispana entre 1963 y 2016 (salas 4 y 5). Alberto Santamaría ha gestionado con gran acierto la comisaría de la obra del poeta vallisoletano. Ya la selección (procedente de los fondos de la Fundación Jorge Guillén, del Centro Francisco Pino de Poesía Experimental, y de colecciones particulares) supone en sí un reto, pues la creación casi inagotable de Pino -realidad tan mucho- conduce a un sincretismo complejo. Luis Marigómez, Esperanza Ortega, José Luis Puerto, y Tomás Sánchez Santiago, comparten la comisaría de las otras «Constelaciones» que, con nombre propio, han ensanchado y dado luz a la poesía visual.
Dos exposiciones sobre Pino inauguradas en apenas seis meses muestran una ingente realidad creadora
Me toca hablar aquí sobre Francisco Pino, lo que para un joven poeta como yo equivale a entrar en el sancta sanctorum de las exploraciones poéticas como quien degusta una extrañeza exquisita o se enfrenta a un trauma bestial. Cuando hace un par de años recibí como premio de un concurso literario los 12 tomos publicados sobre la poesía de Pino, comprendí entonces que todo era posible en poesía. Ahora de repente, los poetas, los expertos en poesía experimental, y el público en general, nos encontramos, en apenas seis meses de diferencia, con dos magníficas exposiciones sobre Francisco Pino que ponen de manifiesto una ingente realidad creadora: la del Centro E-lea de la Villa del Libro de Urueña (Diputación de Valladolid), inaugurada en julio de 1016 y que seguirá abierta durante el 2017, y la reciente del MUSAC que se clausurará el próximo 5 de mayo.
Cabe formular una sola pregunta de gran interés: ¿cuál es la diferencia entre ambas exposiciones? En los dos casos, aunque con obra distinta, se muestran aquellos elementos estéticos y recursos literarios que hacen de la obra de Pino una excepción dentro de la neo vanguardia con una serie de poeturas, collages, agujeros, objetos, letrismos, y demás materiales que hacen de lo efímero una carnalidad poética. Como inspirador y maestro de esa neo vanguardia, percibimos que la visualidad de Pino da para mucho, pues hablamos de 89 años de poesía como experimentación estética que ocupa casi todo el siglo XX. En ambas exposiciones la sensación de lo inabarcable y agotador se patentiza y se palpa. Por esto mismo parecen y son diferentes.
Se exponen los elementos estéticos y recursos literarios que hacen de su obra una excepción
Hay una diferencia esencial entre ambas exposiciones complementarias que procede de la propia concepción de Francisco Pino: la una marca el origen de la experimentación (o sea, lo más primigenio del poema como diseño), y la otra se fija en el resultado final perseguido que, como manifestación espacial, exige otros formatos en la manifestación visionaria: agrandar la realidad poética hasta hacerla comprensible desde cualquier perspectiva. Por esto mismo, en la exposición de Urueña prima la espacialidad, el color de las formas, lo sensorial como impacto poético, la parcelación de la nada como origen de las cosas, y la arquitectura soñada como sensación infinita que conecta la obra conciba en su mínima expresión y proyectada hacia su universo. En la exposición del MUSAC se incide en el origen en sí. Es decir, en el folio concreto, en el documento que cabe en una cuartilla como la teoría de la relatividad, en la expresión primigenia, en el diseño mínimo como almendra de las cosas, en las manchas siderales de las que emerge el universo de las formas, y en la relación irrepetible de explicar a un Pino inagotable que invade algunas de las otras «Constelaciones» como maestro o editor de revistas.