Las familias sólo cobrarán la Renta Garantizada si escolarizan a sus hijos
La medida se incluye en una estrategia para promover la inclusión del colectivo gitano con un gasto de 40 millones
La Junta revisará los criterios de concesión de la Renta Garantizada de Ciudadanía, de manera que para percibir este apoyo será «imprescindible que las familias se comprometan con la escolarización de sus hijos». Con ello se pretende luchar contra un absentismo no justificado que se considera preocupante entre determinada población, como la de etnia gitana. El fracaso escolar en este caso es 51 puntos superior a la media del alumnado en general. De ahí que esta medida sobre la ayuda autonómica a familias con bajos recursos nazca en el marco de la estrategia que define las políticas públicas que va a promover en torno a este colectivo hasta 2030 y que cuenta con un presupuesto de 40 millones de euros.
En total son 73 medidas que buscan mejorar la calidad de vida de la población gitana -26.500 personas en Castilla y León que representan un uno por ciento de la población- y favorecer la inclusión de un colectivo mayoritariamente joven con alta potencialidad laboral pero baja tasa de ocupación por cuenta ajena. De hecho, el 92 por ciento están en riesgo de pobreza, a pesar de que el 19 por ciento están incorporados al mercado.
La estrategia tratará de «evitar la reproducción del patrón generacional de la pobreza» con actuaciones que hagan prevenir la marginación y conduzcan a una empleabilidad que permita normalizar y mejorar sus condiciones de vida, explicó ayer la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.Con esa meta, la educación es una de las patas principales de la estrategia, que incluye con tal fin que se cumpla con la escolarización obligatoria para acceder la Renta Garantizada de Ciudadanía, que ya implicaba este contexto pero que a partir de ahora se potenciará como requisito. Y es que el fracaso escolar entre la población de esta etnia asciende a un 64 por ciento y sólo el 17 por ciento de los estudiantes romaníes completan la ESO. Para mejorar esas cifras se plantean m edidas de seguimiento y mediación escolar o la promoción del acceso a los niveles educativos medio y superior, especialmente de las mujeres, entre las que las tasas son aún inferiores. Entre los motivos incluyen muchos casos de embarazos en edad escolar que llevan a las adolescentes a dejar los estudios. En este contexto, encaja uno de los programas más desarrollados de la estrategia, que aspira a entrar al Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Unión Europea.
Se trata de una actuación con niñas y adolescentes que un día abandonaron las aulas por su maternidad. Se les ofrece itinerarios formativos para que puedan volver a los estudios y así cualificarse para acceder en mejores condiciones al mercado laboral. El programa ya esta en marcha en el barrio vallisoletano de Pajarillos, al que ayer acudió Blanco en una visita al colegio Cristóbal Colón, donde se desarrolla la plataforma «Pajarillos en Red» que concentra a 12 comunidades educativas de esta zona -donde cohabitan 40 nacionalidades- y se erige como prototipo de distrito de innovación social y educativa para la mejora de la convivencia y de las condiciones de vida.
Precisamente es en el barrio de Pajarillos donde va a empezar a rodar este Programa de Actuaciones Estratégicas con la Población Gitana con horizonte a diez años con el fin de extenderse a otras áreas, principalmente las ciudades de Burgos, León y Salamanca, en función de los resultados. Se trata, dijo Blanco, de un plan «abierto» a cambios y mejoras, que además del apartado educativo incluye actuaciones en el plano laboral, para reforzar la empleabilidad por la vía de la cualificación y promover la igualdad de oportunidades y la no discriminación en el mercado de trabajo; así como en materia de vivienda, en lo que respecta sobre todo a la lucha contra el chabolismo en el que vive un 8,5 por ciento de este colectivo; y en el las áreas sanitaria y de participación e igualdad de trato.
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