Guillermo Garabito - La sombra de mis pasos
Esposa por primarias
«Al PP, más que afiliados, lo que le falta es ilusión. Ilusión o lo que sea, porque miren a los socialistas ilusionados aquellos que resucitaron a Pedro Sánchez para que ahora más que presidente quiera ser estrella de Hollywood»
A la Mudarra, a mi pueblo que le pesa este cielo de últimos de junio, las primarias le dan igual. Está a otras cosas, al serano por ejemplo. Y un ojo apuntalando siempre el cielo. A La Mudarra, ya digo, no parece importarle demasiado que en el PP vaya Rajoy y venga otro. Incluso aunque alguno de los ochenta vecinos estuviera en ese listado de ochocientos sesenta y nueve mil afiliados del que presumía el PP. El caso es presumir, ya sabe el lector, de pueblo o de afiliados. Los afiliados son como los amores, es de mal gusto contarlos y mucho más presumir de ellos. Y al PP le ha pasado una cosa muy española que es eso de inflarlos.
Al PP, más que afiliados, lo que le falta es ilusión. Ilusión o lo que sea, porque miren a los socialistas ilusionados aquellos que resucitaron a Pedro Sánchez para que ahora más que presidente quiera ser estrella de Hollywood. Mi amigo Magnífico Margarito sobre la ilusión decía el otro día algo así como que «la ilusión lleva a la decepción y la decepción a la frustración. Elegir líder así es como elegir esposa por primarias». Por eso, supongo, él es de Rajoy incluso ido Rajoy.
No es que los candidatos que le han salido al PP despierten precisamente ilusión pero, puestos a elegir y siguiendo la pista de los discursos, Pablo Casado lo está haciendo bien. No tiene las manos de Kennedy, ni de ningún presidente norteamericano muerto así a primera vista, que es lo que creen ahora en Moncloa que hace falta para ser presidente de España, pero lo está haciendo bien. Tampoco las tiene de jornalero de un cuadro de Vela Zanetti ahora que tanto tira de su tierra palentina... Pero Casado es el único que parece haberse dado cuenta de que el puesto que anda libre es para liderar el PP y no Cs. Y su discurso se parece al de alguien que pudiera hacerlo. Lo peor de la candidatura de Casado es que con tal de sumar, últimamente suma a cualquiera.