EDUCACIÓN

Escuela de valores

Alumnos de nueve centros de la región aprenderán más sobre sus derechos y obligaciones en una experiencia piloto

El proyecto se ha puesto en marcha en nueve centros como experiencia piloto F. HERASf

CRISTINA ROSADO

«¿Por qué nos matan?», se preguntaba un niño mirando a la cámara hace unos días en París, incapaz de comprender por qué alguien se inmola llevándose 130 vidas . Más lejos, en Iberoamérica, quizá un niño también se pregunte por qué cada día debe caminar horas y kilómetros para acudir a su austera escuela. Estas cuestiones también las abordan hoy escolares de la Comunidad y reflexionan sobre su realidad y la de otros niños con menos suerte, como el que encogió el corazón de todos ahogado en una playa griega no hace mucho. El hilo conductor son los derechos de la infancia y también las obligaciones que llevan aparejadas, el reconocimiento de los derechos del otro para comprender que serán ciudadanos de un mundo cada vez más global y complejo.

Para ahondar en ello, el consejero de Educación de Castilla y León, Fernando Rey, y el presidente de la Fundación Unicef Comité Español, Carmelo Angulo, acompañado de la presidenta de Unicef Comité Castilla y León, María José Pequeño, firmaron en noviembre un convenio para la promoción y difusión de los derechos de la infancia y la ciudadanía global en los centros educativos de Castilla y León.

La experiencia incluye formación para los profesores

El objetivo es promover la inclusión de estos contenidos en el proyecto educativo de los colegios de Educación Infantil y Primaria de la Comunidad y en la formación de su profesorado. Por el momento, son nueve los centros , uno por provincia, que participarán en este proyecto piloto (CEIP Claudio Sánchez Albornoz de Ávila, CEIP Antonio Machado de Burgos, CEIP Antonio Valbuena de León, CEIP Marqués de Santillana de Carrión de los Condes, en Palencia; CEIP Ciudad de l@s niñ@s de Villamayor, en Salamanca; CEIP Fray Juan de la Cruz de Segovia, CEIP Infantes de Lara de Soria, CEIP Pedro I de Tordesillas, en Valladolid y CC Divina Providencia de Zamora), escogidos por su trabajo de años en esta materia.

Educación contra la desigualdad

Rey explicó en la firma que « nuestros niños y niñas tienen que conocer bien sus derechos porque son los protagonistas». Además, dijo que «sus profesores podrán exponer sus reflexiones, que son sumamente importantes», mientras que Carmelo Angulo señaló que «tenemos muy clara nuestra apuesta por la educación inclusiva y de calidad», en la que «hay que tener muy presente la opinión de los niños, debemos darles la voz y escucharles y, a la vez, tenemos que dotarles de las herramientas para que tengan una educación que les permita adquirir el conocimiento y las aptitudes necesarios para adoptar formas de vida saludables y asumir un papel activo en la toma de las decisiones que les van a afectar en el futuro».

Al mismo tiempo, añadió que «una educación basada en los derechos es la vía para acabar con algunas de las desigualdades más arraigadas en la sociedad».

Rey, durante la firma del convenio con Unicef

Por medio de este programa se difundirán los derechos de la infancia entre los escolares de estos centros, pero también sus profesores recibirán formación gracias a los cursos que les ofrecerá Unicef sobre esta materia en colaboración con la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED). Estos cursos son de unas 75 horas y constan de dos convocatorias, una en marzo y otra en septiembre.

La directora general de Innovación y Equidad Educativa de Castilla y León, Pilar González, explica también que este programa «es un reconocimiento» al trabajo que han venido desarrollando estos centros educativos en los últimos años y tras evaluar esta experiencia, que se pueda implantar posteriormente en otros centros.

Ciudadanos globales

«En nuestros centros, este tema se trabaja de forma transversal pero de modo distinto en cada uno de ellos y Unicef ofrece esta herramienta para poder unificar criterios », apunta González, que comenta que cada centro la «incardinará en su proyecto educativo», a la vez que reflexiona sobre las dimensiones de los objetivos que encierra: «cada vez tenemos una realidad más multicultural, y cuando eso se da, los niños que vienen de fuera y los que han nacido aquí, conforman nuevas realidades» que hay que explicar a los niños.

Por eso, los efectos que se pueden conseguir son muchos, en varios ámbitos y a largo plazo, según Pilar González. «Es una mejora en muchos aspectos, una mejora en la convivencia, en la educación en general, en la vertiente emocional de la educación, en la que tiene que ver con la socialización de las personas, etc., dice, mientras reflexiona sobre lo sucedido en París y los mensajes que se pueden lanzar a los niños, caldo de cultivo de xenofobia o rechazo al otro por su religión: «date cuenta la cantidad de comentarios adversos hacia otras culturas y religiones que se pueden estar transmitiendo y que llegan a los niños, lo que hace necesario contextualizar lo que sucede, centrar el asunto y hacerles ver que no todos los musulmanes son terroristas».

«Estas experiencias llevan al respeto, la igualdad y la convivencia»

Quien ya ha comprobado estos efectos positivos de experiencias en torno a los derechos de la infancia es María Cruz Varas, directora de uno de los centros seleccionados, el CEIP Claudio Sánchez Albornoz de Ávila . Es un centro ligado a los programas que desarrolla Unicef desde hace cinco cursos y lleva a cabo numerosas actividades a lo largo del curso que tienen los derechos de la infancia como eje central.

En este sentido, Varas recuerda que «es necesario que los niños sepan que son niños y que tienen derechos» y que, «desgraciadamente, en una sociedad como la nuestra, que va muy deprisa, debemos atenderlos, proporcionarles tiempo de juego y de descanso y que vean que hay niños que no tienen la suerte de ellos, pero sin irse muy lejos, porque cada vez más cerca de nosotros hay niños con necesidades».

Los alumnos del Pedro I de Tordesillas, uno de los colegios HERAS

Para ella, esta difusión de derechos, pero también de las obligaciones que llevan consigo, «conduce al respeto, a la igualdad y a la convivencia», porque, según explica, «cada vez que hablamos a los alumnos de derechos decimos que son como una moneda, con una cara y una cruz, que hay que reivindicar unos derechos, pero también cumplir unos deberes», lo que «facilita mucho la convivencia».

También Juan José Esteban, director del CEIP Pedro I de Tordesillas afirma que con estas actividades -por las que también han sido premiados- «les haces reflexionar», que «el currículum es el currículum, pero esto es importante» y que como, actividades transversales que son y «de toda la comunidad educativa», deben fomentarse. «Son niños y está bien que conozcan que otros tienen otros problemas y reflexionen sobre qué puedo hacer yo para que algo cambie. Es una escuela de valores», concluye.

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