Política
Escudero «chapotea» en sus palabras
La diputada del PP acumula un rosario de declaraciones en las que reconoce que «no es políticamente correcta». Las últimas, a cuenta de la mediática presencia del bebé de Carolina Besconsa
No ha sido la primera vez ni probablemente será la última. La diputada del PP por Segovia y en su momento portavoz del Ayuntamiento de la capital del Acueducto tiene en su haber una lista de declaraciones, algunas a través de las redes sociales, que le han ocasionado no pocos disgustos e, incluso, le han obligado a volver sobre sus palabras.
La última incorporación a su lista de «perlas», aunque no la más polémica, se produjo el pasado miércoles durante la constitución del Congreso y a raíz de la mediática presencia en el hemiciclo del bebé de la diputada de Podemos Carolina Bescansa. A Escudero la faltó tiempo para, a través de twitter , preguntar si la parlamentaria de la formación morada utilizaba a su hijo para asegurarse portadas y, a renglón seguido, afirmar que «en el hemiciclo no puede entrar nadie que no haya sido electo». Siguieron otros dos tuits que calificaban el hecho de «impresentable y espectáculo». Lo cierto es que no hay que hurgar mucho en la misma red social para encontrar otra afirmación «de impacto» y que, en este caso, obligaron a la propia Escudero a pedir disculpas. La agresión que sufrió en Pontevedra durante la campaña electoral el presidente de Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, provocó en la diputada segoviana una reflexión que quiso hacer pública: «El me siento orgulloso de insultarle de Sánchez lleva al me siento orgulloso de pegarle. La irresponsabilidad del PSOE es indecente» . Las reacciones no se hicieron esperar y un aluvión de críticas cayeron sobre la parlamentaria segoviana que se vio obligada a pedir disculpas públicamente: «Lamento la confusión de mi declaración de ayer. No era mi intención insultar a nadie ni vincularlo con el PSOE. Disculpas otra vez». No pudo evitar, sin embargo, que su paisano segoviano, el socialista Juan Luis Gordo, tachara a Escudero de «hooligan» y considerara que las disculpas venían obligadas por Génova.
Complicada campaña
La pasada campaña fue complicada para la diputada popular por Segovia asediada como estaba por el caso Gómez de la Serna que no se lo puso nada fácil, aunque no tuvo el más mínimo reparo desde el minuto uno en casi suplicar su renuncia (primero como candidato y luego como diputado electo) y en obsequiarle a viva voz con todo tipo de calificativos, desde «cobarde», a «indigno» o «irresponsable», pasando por «comisionista». No lo consiguió, a pesar de que se pasó media campaña esperando una retirada que nunca llegó y que la llevó a pronunciar unas desafortunadas palabras que, al menos, corrigió en el último momento: «No tenemos potestad para echarle porque una vez que la lista ha sido aceptada por la Junta Electoral o se muere o renuncia; prefiero que renuncie, por supuesto». Sin embargo, sus declaraciones más polémicas y las que, sin duda, la causaron mayores disgustos, hasta el punto de que abandonó su actividad en las redes sociales durante año y medio, se produjeron durante su defensa de la Ley del Aborto en el Congreso , en mayo de 2013. Escudero, durante su intervención como diputada del PP para posicionarse sobre una moción de interpelación del Grupo Socialista esgrimió entre sus argumentos que «en España, las mujeres que se ven abocadas al aborto son las que menos formación tienen» o «los proabortistas defienden más los embriones de cefalópodo que los de seres humanos» .
Contra el aborto: «En España las mujeres que se ven abocadas al aborto son las que menos formación tienen»
Ante semejantes afirmaciones, una de sus compañeras en el PP y entonces vicepresidenta primera del Congreso, Celia Villalobos, abandonó indignada el hemiciclo aunque, curiosamente, la diputada andaluza no se caracteriza precisamente por ser comedida ni cauta en sus declaraciones y baste recordar la polémica de esta semana por sus alusiones a las rastas del diputado canario de Podemos. En cualquier caso, la defensa que Beatriz Escudero hizo de su posición contraria al aborto -y que completó en twitter con datos como que el 31 por ciento de las mujeres sin estudios abortan frente al cinco por ciento de las universitarias- le trajo más que serias consecuencias ya que a través de las redes sociales le llovieron toda serie de insultos y amenazas, incluso a su familia, que le obligaron a cerrar sus cuentas.
En las redes sociales
Hoy, la diputada segoviana recuerda aquellos duros momentos y denuncia la «inmunidad con la que la gente dice de todo, cuando se puede opinar pero no insultar». Es más, a su juicio, «muchas personas utilizan las redes sociales para su desahogo personal y por eso recurren al insulto y a la descalificación». En su caso, coincidiendo con la cita electoral, decidió volver a la actividad twittera «para dar mi opinión» , dejando claro que «no busco que me aplaudan ni que me critiquen».
Sin embargo, tanto lo uno como lo otro se produce con muchos de los tuits de Beatriz Escudero, aunque mantiene que no se arrepiente de sus reflexiones , con una única excepción: la que hacía referencia a la agresión a Mariano Rajoy y la relacionaba con el PSOE. «Me equivoqué; me di cuenta que había molestado a muchas personas y rectifiqué». Salvo en esa ocasión, no cree que haya cometido mayores errores, por lo que afirma que seguirá «en la mismo línea» , ya que se considera defensora de las redes sociales como «forma de llegar a mucha gente». Asegura que «acepta la crítica, pero no «la falta de educación y los insultos», así que cuando eso se produce «se bloquea y punto». En cualquier caso, confiesa que «a veces no soy políticamente correcta y soy demasiado sincera, pero la gente quiere saber cómo pensamos y actuamos y se merece saberlo».
Se asusta cuando oye a quienes la responsabilizan de haber cogido el testigo del ex alcalde de Valladolid Javier León de la Riva en cuanto a su incontinencia verbal. «No le conozco personalmente pero hubo declaraciones suyas que me preocuparon», señala. Y es que Beatriz Escudero tiene su propio estilo en el que se reconoce y que no está dispuesta a cambiar porque «yo soy así y ya me da igual», así que es de prever que seguirá dando momentos de gloria a los medios de comunicación y a las redes sociales.
