Enrique Rivero - Cuando vas al Congreso
Eppur si muove
Es comprensible que millones de españoles contemplen con indignación que no se debaten sus problemas cotidianos por parte de quienes tenemos la responsabilidad de hacerlo
La parálisis a la que el PSOE de Pedro Sánchez está sometiendo la cámara legislativa del Congreso de los Diputados y que desde Ciudadanos y yo mismo venimos denunciando desde que se celebraran las elecciones es insólita. Es comprensible que millones de españoles contemplen con indignación que no se debaten sus problemas cotidianos por parte de quienes tenemos la responsabilidad de hacerlo.
Sin embargo, el grupo parlamentario de Cs sí que está trabajando desde el primer día. Así que, sin dejar de denunciar el intolerable bloqueo del poder legislativo perpetrado por el disfuncional y provisional presidente Sánchez con la complicidad complaciente de la presidenta Batet, la respuesta a la pregunta ¿están todos los miembros del Congreso sin trabajar? es no. No. Además de todo el personal de la Cámara, indispensable para su excelente funcionamiento, un grupo de irreductibles diputados resiste al tedio impuesto por el invasor desde las plantas quinta y sexta, donde nos ubicamos los diputados de Ciudadanos.
Desde allí (desde aquí), los nuevos diputados de Ciudadanos nos hemos incorporado poco a poco al trabajo, presentado primero la documentación necesaria para la toma de posesión y acudiendo después a foros de debate, reuniones del grupo y sesiones parlamentarias extraordinarias –como el homenaje a las Víctimas del Terrorismo-. Pero, sobre todo, los diputados de Cs seguimos exigiendo al Gobierno que rinda las cuentas que intenta esquivar y presentando iniciativas para mejorar la vida de los españoles.
Nuestro grupo parlamentario ha presentado ya tres proposiciones de ley: para apoyar y proteger a las familias españolas, promoviendo la conciliación e incentivando la natalidad, para acabar con los homenajes a terroristas y para regular la gestación subrogada. Además, hemos solicitado la creación de una Comisión específica para la lucha contra la despoblación, un asunto que preocupa a muchos españoles, que debe abordarse con urgencia y que Sánchez y Batet bloquean irresponsablemente.
Los redactores de nuestra Constitución eran conscientes de los peligros de concentrar demasiado poder en una sola persona. Por eso, de entre las opciones existentes decidieron dotarnos de una monarquía “parlamentaria” tal y como se indica en el apartado tercero de su artículo primero. Las discusiones acerca de su redacción durante el periodo constituyente se centraron desde el punto de vista técnico jurídico en la consideración o no del parlamentarismo como “forma del estado”, o más bien como “sistema de gobierno”, por contraposición con los sistemas llamados “presidencialistas” (me vienen a la mente ecos de las lecciones de los Profesores Abellán y Cascajo durante la carrera, y del manual de Lucas Verdú Lucas Murillo.
En los sistemas parlamentarios, son los parlamentos quienes una vez designados sus componentes nombran al presidente del gobierno. De esta forma, los votantes siguen estando, a través de sus representantes parlamentarios, por encima del presidente designado. Ahora que por fin tenemos un poder legislativo independiente, los nostálgicos del bipartidismo pretenden supeditarlo a sus aspiraciones de alternancia, resistiéndose entretanto a dejarlo siquiera funcionar. Cabe recordar que el PSOE está actuando exactamente de la manera que tanto criticaba cuando lo hacía el PP. En Cs, en cambio, seguimos denunciando la parálisis interesada con que los viejos partidos obstaculizan que debatamos sobre los problemas de los ciudadanos. Y seguiremos trabajando.