Enrique Rivero - Cuando te vas del Congreso (de momento) - IV
Las cuatro estaciones: el otoño
«No han tenido en cuenta que el otoño es tiempo de reflexión, que los españoles tienen información y tiempo suficiente para meditar su decisión»
Han llegado por fin los días de lluvia, a veces fina y en ocasiones intensa, de nuevo incluso torrencial en el levante. Nos aproximamos a la jornada electoral a medida que van descendiendo las temperaturas y disminuyendo las horas de luz, como si algún taimado designio pretendiera que votáramos a oscuras. Y, sin embargo, cada vez estoy más convencido de que el otoño es la mejor época del año para unas elecciones tan decisivas como las próximas .
El otoño nos aleja de los placeres del verano y nos aproxima al mismo tiempo a la cruda realidad del invierno. Con el recuerdo casi intacto de las largas jornadas estivales y de los momentos de descanso compartidos con las familias y los amigos, nos advierte día a día de la necesidad de volver a realizar un esfuerzo para defender y mejorar nuestras aspiraciones vitales. No en vano, y entrando ya en la rutina de los candidatos apartados temporalmente del Congreso, muchos de nosotros recuperamos nuestras actividades de forma simultánea a la preparación y desarrollo de la campaña (en mi caso, el ejercicio de la abogacía, incluyendo la asistencia a juicios).
Este modus operandi enlaza directamente con la esencia de Ciudadanos , un proyecto venido de la sociedad civil para devolverla la capacidad de decisión cedida en su momento mediante un exceso de confianza a un sistema bipartidista perverso, en el cual la confianza de los ciudadanos se administraba mayoritariamente por dos organizaciones cuyas cúpulas designaban a los futuros elegidos y renovaban indirectamente sus mandatos según sus lealtades al partido o su capacidad para presionar a sus dirigentes.
Cuando el sistema se fue viniendo abajo, o más bien cayendo por su propio peso como las hojas de un árbol que se creyó perenne y resultó ser caduco, surgieron con fuerza creciente nuevas alternativas como brotes de la carne talada que diría Serrat, y desde entonces algunos jardineros empeñados en que el árbol debe volver a ser perenne han dirigido todos sus esfuerzos a traer de nuevo la situación anterior . Sólo así se explica que Rajoy recuperase a un Sánchez en declive antes de las elecciones de 2015, para intentar pasar cuentas después con él en septiembre de 2016, y que en septiembre de 2019 Sánchez haya pretendido a su vez saldar la cuenta con Casado , permitiendo que ambos opten por incrementar su control del sistema parlamentario.
Pero no han tenido en cuenta que el otoño es tiempo de re flexión , que los españoles tienen información y tiempo suficiente para meditar su decisión, y que cuanto más la piensen más puede ser que opten por dejar crecer en Castilla y León y en España r los nuevos brotes de Ciudadanos, para así dejarnos contarles lo que pasa cuando vuelves al Congreso.