Cultura
Enrique Marty reflexiona sobre la «perversión» de los ídolos en su reencuentro con el Patio Herreriano
El artista salmantino realiza una intervención con medio millar de piezas que recrean y descontexualizan objetos que él ha fotografiado en museos e iglesias a lo largo de décadas
![Enrique Marty explica a la concejala de Cultura, Ana Redondo, su intervención](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2015/11/11/ENRIQUE-MARTY--620x349.jpg)
¿Qué pasa cuando una civilización termina y los ídolos que veneraban pierden todo su significado? Sobre esta premisa comenzó a trabajar hace cuatro años el artista salmantino Enrique Marty (Salamanca, 1969)con el objetivo de «darle forma a esa idea nietzscheana de la caída de los ídolos». El resultado es la exposición «Alguien, creyendo que hacía algo bueno, liberó a las serpientes», una intervención que el propio creador ha realizado de forma específica para la Capilla del Museo Patio Herreriano , un espacio que -ha confesado- le «apasiona».
La idea del artista, quien se ha declarado «visitador compulsivo de cualquier contenedor de arte» era dar «una vuelta de tuerca más» a «ese colapso de las culturas, las civilizaciones y el propio arte» y reflexionar sobre la «perversión» del significado ideológico de determinadas imágenes, convertidas con el tiempo en simples objetos detrás de una vitrina.
Aunque la primera fase de esta instalación, unas 200 piezas, fue concebida para la exposición «Cultura Freedom in Europe», el artista ha añadido otras 300 piezas a la instalación de la Capilla, un espacio que al igual que las obras que él representa ha sido desacralizada y «ha perdido el significado que una vez tuvo».
Para llevar a cabo este conjunto, a partir de la fotografías tomadas en museos e iglesias durante dos décadas, Marty propuso a los colaboradores de su estudio y a «gente de fuera del mundo del arte» intentar reproducir esas piezas retratadas -máscaras rituales, deidades precolombinas, esculturas barrocas y alguna pieza contemporáea- con el objetivo de que no se pareciesen en nada la original. Las obras creadas forman parte de un «caótico» conjunto de crudas piezas, ordenadas siguiendo una verticalidad y una horizontalidad «dentro de un aparente desorden». La instalación ocupa el centro de la Capilla con la idea de que el visitante deambule a su alrededor «recuperando» la forma típica de visitar una iglesia.
«Es como u na especie de tetris organizado », ha definido el artista durante su inauguración este miércoles. Entre las piezas -algunas con formas antropomórficas, otras con ciertas características del objeto original de veneración-, se vislumbra las calles de la ciudad de Turín , «escenario donde se pudo ver por última vez a Nietzsche antes de perder la razón», ha apuntado Enrique Marty, quien también ha querido jugar con la luz del espacio para que el conjunto escultórico provocase al espectador «una mezcla de recogimiento y amenaza».
Apoyo a los artistas de Castilla y León
La directora del Museo Patio Herreriano, Cristina Fontaneda, destacó que la instalación de Enrique Marty responde a la apuesta del espacio museístico por dar cabida y apoyo a los artistas de Castilla y León. Así, Enrique Marty, con obras también en los fondos del museo, sucede a artistas como Marina Núñez o Dora García, que también han tenido una intervención creada específicamente para la capilla. Por su parte, la concejala de Cultura y Turismo del Ayuntamiento de Valladolid, Ana Redondo, hizo un llamamiento de colaboración institucional con el Museo Patio Herreriano, ya que el centro «necesita recursos para mantener la gran calidad que aporta al escenario del arte contemporáneo español».
La muestra podrá verse hasta el próximo 22 de mayo y de forma paralela se organizará un ciclo de cine.