Las empresas familiares, un activo fundamental en la actividad de Iberaval

Seis de cada diez operaciones formalizadas por la sociedad de garantía durante el pasado año las llevaron a cabo empresas de hasta diez empleados

Manuel, Melqui y Luis Alberto, de Melquiades Rodríguez

ABC

Un 63 por ciento de las operaciones formalizadas por Iberaval durante el pasado año las llevaron a cabo empresas de hasta diez empleados, frente al 37 por ciento, que protagonizaron aquellas que no llegan a los 50 trabajadores.

Muchas de ellas son empresas familiares, de mayor o menor tamaño, con un peso destacado en la masa social de Iberaval . Y, además, un porcentaje elevado de las mismas se encuentra en el medio rural, señalan fuentes de la sociedad de garantía (SGR), líder en formalización de préstamos en España, que presta ya servicio a más de 27.300 socios -muchos de ellos firmas familiares que lograron el respaldo financiero para echar a andar sus proyectos o para consolidarlos-.

Melquiades Rodríguez: «Todo fueron facilidades»

Un ejemplo de estas empresas familiares es la que da vida a la marca comercial Melquiades. Con más de 60 años de historia, vive su transición hacia la tercera generación, y sigue adelante a la gestión de los hermanos Melquiades y Manuel Rodríguez y de su primo Luis Alberto, quienes se encargan de las áreas financiera, comercial y de producción, respectivamente.

En la actualidad Melquiades ya emplea a 40 personas en Coreses, al lado de Zamora, y se encuentra en una fase de expansión comercial por toda España, exportando a varios países de la Unión Europea, sobre todo Francia e Italia.

La compañía está realizando una profunda reforma en su fábrica para mejorar todos sus procesos productivos. Actualmente cuenta con sala de despiece, fabrica y elaboración de Jamones y Embutidos de porcino ibérico y blanco, y comercializa y distribuye al por mayor y en establecimientos detail, propios y de terceros.

Por su parte, Melquiades Rodríguez califica como «muy positiva la experiencia» de trabajar con Iberaval y detalla que acudieron a la SGR en busca de circulante. «Todo han sido facilidades desde el principio, aunque entonces se nos solicitaron bastantes datos, pero una vez iniciamos el expediente todo ha funcionado fenomenal», apunta el director financiero de la entidad.

La empresa tiene cuatro chacinerías en Zamora y vende producto a otros negocios cárnicos.

Rubén Ramos: exportaciones y enoturismo

Vinos Rubén Ramos es otro ejemplo de proyección en la empresa familiar. A partir de 14 hectáreas de viñedo, y de una decisión arriesgada, «en un momento dado, a principios de este siglo, decidimos elaborar y producir el vino de una manera artesanal». Entonces nace Bodegas Rubén Ramos, situada en el término municipal de Peñafiel, en la vertiente sur del río Duero, que en total cuenta con cinco viñedos -por orden de importancia-, denominados El Portillejo, Pico de Santa María, Arroyo de la Vega, El Tomillar y La Robledaña.

Rubén Ramos, junto a algunas barricas de su bodega

Esta bodega, situada en las inmediaciones de los viñedos y del castillo de Peñafiel, está integrada en la Denominación de Origen Ribera del Duero. Comercializa sus caldos a toda España sus caldos, producto de la uva tempranillo, tan presente en la zona, pero también vende a Estados Unidos y trabaja por llevar producción a Asia e Iberoamérica. «Para exportar, se requiere tiempo y también inversiones», argumenta Ramos, quien calcula que este año producirán en torno a 60.000 botellas.

Al negocio vinícola puro, Rubén Ramos ha agregado el del enoturismo: «recibimos visitas dentro de nuestras posibilidades, y por regla general quien acude aquí, disfruta como nosotros, sobre todo del entorno y de unas vistas impresionantes al castillo de Peñafiel».

Rubén Ramos acudió a Iberaval para ampliar sus instalaciones. «Estoy encantado con el respaldo que me ha brindado cuando he acudido a solicitar financiación. Además, estoy valorando abordar más procesos de exportación, y confío en que me apoye nuevamente», apunta este emprendedor.

Cárnicas Arche: «el mejor chorizo del mundo»

Cárnicas Arche es una empresa soriana de cuarta generación que durante muchas décadas ha comercializado al por menor carne y productos en dos establecimientos de Salduero -de donde ellos proceden- y Covaleda. Hace once años los hermanos Alfonso, Javier y Miguel Ángel asumían la titularidad de este negocio y comenzaron a fabricar embutidos artesanales, sin ningún aditivo. «Nosotros nos ocupamos de todo, compramos el cerdo a la granja, lo sacrificamos en el matadero de Vinuesa, lo despiezamos y elaboramos el embutido», detalla Alfonso.

Si bien, a raíz de la Feria del Chorizo que habitualmente acoge Covaleda, su producción ha resultado elegida como «el mejor chorizo del mundo». «A raíz de esto, hemos aumentado de una manera notable las ventas», explica.

Por este motivo, acudieron a Iberaval, gracias al consejo de la Federación de Organizaciones Empresariales de Soria (FOES), con vistas a obtener financiación para la compra de una nave en la que elaborar su producto. «Ha sido una experiencia recomendable, porque nos han ido guiando en todo el proceso de acceso al crédito y el resultado es positivo», apunta.

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